Llevo más de diez años vinculado al fútbol base, como entrenador y coordinador deportivo, y la experiencia me demuestra que es la etapa más enriquecedora, a la vez que sacrificada, para un entrenador.
Tenemos que tener en cuenta que es un período importante para los posibles futuros futbolistas. Por ello es primordial que los entrenadores, que trabajamos en fútbol base, tengamos un plan con nuestras propias ideas, a fin de conseguir que el proceso de aprendizaje, para el joven futbolista, sea el más óptimo posible.
Hay que tener claro que no existen unos principios predeterminados que nos lleven al éxito deportivo, dentro del fútbol base. Cada entrenador tendrá los suyos, yo aplico los míos como entrenador, cuando trabajo con equipos de categorías inferiores. Algunos estaréis de acuerdo y otros no, pero mi idea, en este artículo, es compartir con vosotros e insistir en que, sea el equipo que sea, como entrenador debo llevar un plan.
Mi hoja de ruta como entrenador de fútbol base presenta los siguientes ocho principios fundamentales:
- Divertir a los jugadores. Nadie puede ejecutar algo con éxito sino se divierte. Por eso los entrenadores tenemos que ser conscientes que si los niños se divierten en nuestros entrenamientos vendrán motivados y con ganas de aprender.
- El balón como herramienta principal. Es fundamental que en la mayoría de los ejercicios utilicemos el balón. El contacto con él en los ejercicios tiene que ser muy alto. Los ejercicios con balón son más divertidos y más reales.
- Seguir una evolución en el proceso de enseñanza-aprendizaje del fútbol. El aprendizaje de la técnica y la táctica del jugador tiene que seguir una evolución de menor a mayor dificultad. También es importante que una vez que los jugadores vayan adquiriendo los aspectos individuales, integrarlos en situaciones reales de juego, para que los niños se adapten a la competición de los partidos. E incluso, en estas edades, enseñar al niño los diferentes estilos de juego, no centrarse solamente en aquel que nosotros queremos llevar a cabo con nuestro equipo.
- Conseguir futbolistas inteligentes. Debemos realizar tareas y ejercicios donde el niño encuentre por si solo soluciones a los posibles problemas que después en los partidos se va encontrar. Conseguir que los jugadores puedan identificar que es lo más adecuado en cada situación.
- La formación por encima del resultado. Evidentemente nuestra idea es ganar el partido del fin de semana, pero éste no debe ser nuestro principal objetivo. El objetivo principal, que nos debemos marcar, es formar de la manera más adecuada a los jugadores que tenemos en nuestras manos.
- El fútbol es un deporte colectivo. Inculcar a los niños que formamos parte de un juego colectivo y que un solo jugador no puede ganar un partido. Los equipos son más fuertes cuando sus integrantes van todos en dirección hacia el mismo objetivo. Actitudes individualistas, como entrenadores, debemos corregirlas e inculcar las fortalezas del trabajo en equipo.
- Inculcar valores. El entrenador, además de enseñar aspectos deportivos, debe transmitir a los niños una serie de valores que les serán de utilidad en futuras facetas de sus vidas. Aspectos como el esfuerzo, la actitud, el sacrificio, el respeto, el compañerismo, la solidaridad, etc.
- Paciencia. Como entrenador tenemos que darnos cuenta que estamos en una fase formativa, donde la paciencia es un pilar fundamental. Los resultados son secundarios y sólo vendrán si trabajamos de manera correcta.
Espero que os resulte de utilidad. Como entrenadores tenemos una gran responsabilidad, debemos mantener la ilusión de los niños por seguir practicando el deporte que más les apasiona. Para ello, es importante tener establecido nuestro plan que seguro nos ayudará a lograr una mayor satisfacción personal.
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