Como sabéis los que seguís mi blog, ya viví en Edimburgo hace unos diez años, y por aquel entonces ya pude experimentar las Navidades aquí (Gran Bretaña 2001). Justo el día 21 de diciembre de aquel año, dejé el trabajo que tenía para así aprovechar al máximo mis dos últimas semanas en esta fantástica ciudad que tanto amo, antes de regresar a España. Por cierto, no sabéis cuanto lamenté después haber dejado el trabajo y haberme marchado, porque en realidad mi corazón quería seguir allí, y siempre tenía esa espinita clavada de regresar a Edimburgo para vivirlo más. Por fin en el 2012 ese sueño se cumplió y regresé de nuevo para vivir una temporada más larga que la anterior.
Esta vez no he tenido ocasión de disfrutar de todos los eventos navideños como aquel año ya que el máster que estoy estudiando me tiene muy absorbida y apenas me deja tiempo para nada más. Aún así pude escaparme un día a hacer fotos de los mercadillos y diversas atracciones de feria que ponen todos los años en el centro. También el día 25 celebré la Navidad recorriendo las calles de esta maravillosa ciudad en un día de pleno sol que fue sin duda el mejor regalo que recibí. Por último me acerqué a ver la procesión de las antorchas el día 30 con los fuegos artificiales al final (un pequeño adelanto de lo que vendría el día después). No pude disfrutar de la famosa fiesta y espectaculares fuegos artificiales de Hogmanay porque tuve que trabajar esa noche (o mejor dicho anoche) pero ya tuve ocasión de vivirlo en el 2001. Para que vamos a engañarnos, lo pasé bastante mejor entonces, pero tampoco me quejo este año. Volver a experimentar unas Navidades en esta maravillosa ciudad ya me parece un privilegio.
El día 24 de diciembre, Nochebuena, aprovechando que tenía que buscar a una couchsurfer a la estación, decidí pasarme por las famosas atracciones de Navidad que estaban colocadas desde noviembre. Se encuentran junto al famoso monumento del escritor Walter Scott, en Princes Street Gardens, uno de los lugares más céntricos de Edimburgo. Hubiera querido ir también de día pero no tuve tiempo, así que sólo tengo fotos nocturnas.
Primero me acerqué al famoso mercado de Navidad alemán, que se instala cada año en The Mound, junto a la Galería Nacional de Escocia. Ese día era el último de este mercado y cuando llegué ya estaban cerrando algunos puestos. Aún así, tuve tiempo para darme una vueltecilla y hacer algunas fotos. Los puestos son sobretodo de artesanía y gastronomía alemana, y quizás el producto estrella es el Glühwein, en inglés llamado mulled wine (vino especiado y caliente), que yo no tuve suerte de probar, otra vez será.
A continuación me encontré con otro famoso mercado, Highland Village Christmas Market, donde se venden productos escoceses, especialmente comida típica. Seguí caminando y llegué a la Feria de Navidad de Edimburgo, con muchas attraciones como el tradicional tiovivo, las sillas voladoras o el tobogán Helter Skelter. La noria (Edinburgh wheel) es sin duda la atracción más popular, y aunque esta vez no me subí, sí lo hice en el 2001, una experiencia que os recomiendo. Ver la bonita ciudad de Edimburgo desde las alturas merece la pena. En la parte de abajo de Princes Street Gardens está la pista de patinaje de Edimburgo, una experiencia que no probé ni esta vez ni la anterior (en realidad nunca he patinado sobre hielo). No me acerqué a la pista porque no tenía tiempo, pero debo decir que la vista de la pista con las luces de colores desde donde estaba, era merecedora de varias fotos. A su lado hay más atracciones que no vi de cerca, pero os dejo esta foto con la vista de todas las atracciones, un despliegue de luz y color.Seguí caminando y curioseando, haciendo fotos aquí y allá. Al día siguiente llevé a mi couchsurfer, Mi Dan (una chica vietnamita que estudia en Estados Unidos) a ver Edimburgo. Tuvimos suerte que nos hizo un día estupendo, un sol espléndido lució todo el día y no hizo demasiado frío (al menos no sopló ese terrible viento típico de Edimburgo).
Caminamos muchísimo porque la llevé a todos los sitios turísticos, sin dejarme uno solo. De camino al castillo nos encontramos a este gaitero con una cola de turistas esperando para hacerse una foto con él. Todavía no tenía foto con ningún gaitero esta vez (si tengo de la vez anterior que viví aquí), así que aproveché para hacerme una foto (para lo cual tuve que esperar pacientemente mi turno).
Vi estos perritos escoceses y no me pude resistir a hacerles una foto.
Luego varias fotos de las vistas desde el castillo. A continuación bajamos por Royal Mile hasta llegar a la Catedral de St Giles, y entramos a verla.
Parecía que una misa había terminado hace poco y mucha gente salía, aunque quedaban muchos turistas. Nos encontramos un precioso árbol de Navidad iluminado.
Al igual que muchos otros, nos hicimos una foto allí, aunque el que nos la hizo la sacó un poco movida.Llegó un señor para avisarnos de que teníamos que salir porque iba a cerrarla por hoy. Tuvimos suerte de llegar justo antes de que cerraran.
Nuestro siguiente objetivo era Holyrood Palace, y así de camino pude enseñar a Mi Dan todo el recorrido de la famosa calle Royal Mile.
Allí nos encontramos las preciosas vistas de siempre, aunque el sol daba tan intensamente de frente que la foto no quedó tan clara.
Arthur’s Seat se veía desde allí, tan imponente como siempre.
Del otro lado, teníamos la vista del océano con los edificios delante.
Antes hice esta foto desde la que incluso se ve Princes Street, me encanta como quedó.
Luego llevé a Mi Dan a Dean Village, maravilloso lugar de Edimburgo que yo no conocía (parece mentira que fue hace un mes cuando oí hablar de él por primera vez) y al que espero volver tan pronto como tenga tiempo. No hice fotos porque se me acabó la batería, y de todos modos ya estaba oscureciendo. Prometo un post enterito sobre este lugar, aunque quizás tengáis que esperar dos o tres meses.
Para terminar el día, fuimos en casa de mi amiga francesa Linda, compañera del máster, para una celebrar la Navidad. Fue una cena sencilla e improvisada pues apenas teníamos comida en casa (con todo el lío del máster, se me olvidó que los supermercados cerraban y no hice la compra). Aún así conseguimos juntar los ingredientes necesario para hacer una tortilla de patata, y luego teníamos zanahorias, humous, una lata de sardinas y pan. Como ya no tenía batería en mi cámara, no pude hacer fotos de la cena, pero Mi Dan me enviará una pronto y la colocaré aquí.
Importante mencionar el postre, de lo más variado y selecto. Linda sacó una tarta que compró en el mercado de Navidad alemán, y también nos ofreció diversos dulces navideños franceses que su madre le envió. Pondré foto cuando me llegue.
Mi siguiente experiencia de Navidades en Edimburgo fue el día 30 de diciembre, día en que tenía lugar la famosa Procesión de las antorchas, uno de los eventos de Hogmanay. La verdad que no supe si iba hasta el último momento porque estaba tratando de acabar uno de mis trabajos del máster y no quería salir a ningún sitio hasta acabarlo. Llegó la hora de la procesión y una amiga me llamó por si quería ir con ella. Al final decidí ir a pesar de no haber acabado el trabajo; ya que no iba a poder disfrutar de la nochevieja, por lo menos no podía perderme esto.
Como estaba tan agobiada con el dichoso trabajo, ni me acordé de recargar la batería de la cámara, así que me tuve que conformar con hacer unas pésimas fotos con el móvil. Sólo pongo una (siento la malísima calidad, las demás las he borrado directamente porque son aún peor), pero seguro que en internet podéis ver fotos mucho mejores. También nos hicimos fotos con unas antorchas que nos dejaron pero la mía ha salido movida, con lo cual ni la pongo.
Pongo este video para que os hagáis una idea mejor de como fue, aunque tampoco es muy bueno.
No seguimos hasta Calton Hill porque los fuegos artificiales estaban a punto de empezar, así que nos quedamos allí, en North Bridge (puente que pasa encima del ferrocarril). Había más gente allí esperando ver los fuegos, aunque la mayoría fueron a Calton Hill, donde sin duda serían más espectaculares. Los fuegos no duraron mucho, serían sólo un adelanto de los grandes que vendrían al día siguiente. De todas formas ya había visto a primeros de septiembre los mejores del año, que duraron casi una hora. Aquí pongo un par de foto, tampoco muy buenas, pero algo se ve.
Después de los fuegos, corriendo me fui para seguir estudiando y hasta las tantas que me tuve que quedar haciendo el dichoso trabajo (que por cierto aún, no he terminado). Un consejo, si queréis disfrutar de la Navidades de Edimburgo, mejor no hagáis un máster a la vez. Yo al menos pude disfrutarlas a fondo en el 2001, menos mal.
Por entonces recuerdo que también asistí a otros eventos. Un día vi a una espectacular banda de gaiteros y tamborileros desfilar por la calle, y otro día tuve la suerte de bailar en el ceilidh más grande del mundo (aquel año se pretendía batir el récord en el número de participantes).
Si queréis más información sobre la Navidad en Edimburgo, con celebraciones entre el 29 de noviembre y el 6 de enero, os recomiendo que visitéis estas páginas web:
- Web de la Navidad en Edimburgo: aquí podéis encontrar información detallada de los distintos eventos.
- Web de Edinburgh’s Hogmanay: con información sobre los lugares y precios de los eventos, y donde podréis comprar las entradas.
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