Para jóvenes lectores de 12 a 17 años.
Misericordia es una novela emblemática sobre la marginación social. Una crítica intemporal a la sociedad y a los valores que la sustentan.
Cubierta de: Misericordia
«Benito Pérez Galdós escribió Misericordia en la primavera del año 1897, entre marzo y abril, cuando terminó el litigio arbitral en que los Tribunales me reconocieron la propiedad íntegra de todas mis obras. Anteriores a Misericordia son mis «Novelas Contemporáneas», desde Doña Perfecta hasta Nazarín y las dos primeras series de Episodios Nacionales; posteriores, las novelas El Abuelo, Casandra y El Caballero Encantado, más la tercera, cuarta y quinta serie de Episodios, esta no terminada todavía». Esto lo escribió Galdós en 1913 para un prefacio de la edición castellana de Misericordia publicada por Thomas Nelson and Sons Editores (París, s.a.) y está incluido en esta magnífica edición de Vicente Muñoz Puelles, con ilustraciones de Enrique Flores.
En Misericordia, Galdós refleja la vida cotidiana de las clases humildes de la sociedad madrileña de finales del siglo XIX, haciendo una crítica de la sociedad contemporánea desde un punto de vista progresista. Misericordia nos sumerge en los estratos más bajos del Madrid de la época, en contraste con la gente acomodada pero venida a menos. En ella encontramos una espléndida pareja de figuras: el moro ciego Almudena y la criada Benina, que representa la exaltación de la caridad.
Ilustración: Enrique Flores
El argumento es ya conocido, espero, por los posibles lectores de esta magnífica edición que cuenta además de las consabidas notas a pie de página y con la definición de algunas, muchas palabras que no son de uso en la actualidad pero que definen perfectamente la época.
Doña Benigna, o Benina, o Nina, como se le conoce afectuosamente, trabaja como criada para una pequeña casa burguesa de posición económica elevada. Esta familia pasa por una mala situación económica, por lo que Benina se ve obligada a mendigar a las puertas de la iglesia para poder tapar las necesidades de la familia. Doña Francisca, a pesar de su pésima situación, no renunciará a su anterior y elevado nivel de vida. Para doña Francisca, la imagen y el orgullo son muy importantes y no renunciará a su imagen de mujer rica, lo que le impide trabajar. Benina mendiga a sus espaldas y para justificar el dinero que consigue mendigando, dice haberlo ganado trabajando en la casa de un sacerdote.
Benina pasa por multitud y complejas situaciones para ayudar a su ama, desde ir a la cárcel por mendigar en la calle hasta aguantar que un grupo de jóvenes la apedreen. Cuando Benina está en la cárcel, su señora y amiga Francisca está muy preocupada por ella. La señora recibe una herencia millonaria que la sacará a ella y a su familia de la miseria, y que traerá asimismo varios problemas.
Benina regresa a su antigua casa, en la que todo ha cambiado. Juliana, que es la nuera de Doña Francisca, está ahora al mando de la casa y contrata a otra sirvienta, que intenta convencer a su señora de que Benina no es buena persona y que ya está demasiado mayor como para realizar bien las tareas domésticas. Doña Francisca se niega a volver a contratarla y como recompensa por sus años de servicio le dará una pequeña suma de dinero diaria.
Al final de la obra, Benina perdona a Francisca y continúa con su compañero Almudena; Benigna seguirá dando lo que saca con la mendicidad a quien está en peores condiciones que ella, el indigente y ciego Almudena.
Retrato de Benito Pérez Galdós en 1894, por Joaquín Sorolla
El autor:
Benito María de los Dolores Pérez Galdós nació en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de mayo de 1843. En 1862 fue enviado por su familia a Madrid, donde inició sus estudios de Derecho. Conoció a otros escritores de la época en tertulias y cafés. En 1865 colabora en el periódico La Nación y comienza a escribir sus primeras obras de teatro. Había escrito por entonces La fontana de oro, Doña Perfecta y Gloria. Entre 1886 y 1890 publica Fortunata y Jacinta, Miau, La incógnita, Torquemada en la hoguera y Realidad. Ingresó en la Real Academia Española en 1899, y fue nominado al Premio Nobel en 1912. Entre 1872 y 1912 Galdós escribe los Episodios nacionales, cuarenta y seis novelas históricas, donde, como en el resto de sus obras el autor recrea de manera magistral la vida social y privada de la España de su época. La riqueza de la forma y del contenido en la descripción de los personajes, sus peripecias y el trasfondo histórico hacen de Galdós uno de los más grandes autores de nuestra literatura. Los últimos años de su vida los pasó ciego y con grandes penurias económicas. Falleció en Madrid el 4 de enero de 1920.
El libro:
Misericordia ha sido publicado por la Editorial Anaya en su Colección Tus Libros Selección. Tiene Presentación y apéndice de Vicente Muñoz Puelles; y la ilustración es de Enrique Flores. Encuadernado en rústica, tiene 335 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Para saber más:
http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/galdos/
http://www.casamuseoperezgaldos.com/
Benito Pérez Galdós en la finca familiar “Los Lirios” (Monte Lentiscal), en su visita a Gran Canaria en 1894. La fotografía pertenece a la Familia Pérez Galdós. Casa-Museo Pérez Galdós. Cabildo de Gran Canaria.