Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
El pasado mes de julio los territorios ocupados por los alcaudones se encontraban en plena vorágine, y adultos con sus crías eran fácilmente localizables en sus arbustos y árboles preferidos.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Los adultos vigilantes y atareados buscando alimento para su prole.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Los pequeños escondidos ante cualquier posible peligro. Tienen todo por aprender...
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
En Laredo tengo controladas varias parejas.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Casi todas con vistas al Cantábrico.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Los jovencitos enseguida aprenden a cazar por sus propios medios.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Durante esta primera etapa están vigilados por sus padres.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Tarabilla común (Saxicola torquatus)
Otras especies comparten hábitat con los alcaudones. A día de hoy, todo el bullicio de junio y julio ha dado paso a la calma, con la mayoría de las nuevas generaciones de pajarillos deambulando por otros territorios. De todos modos pueden aparecer lo mismo un gran bando de jilgueros que golondrinas revoloteando de aquí para allá, o las sempiternas tarabillas que pasan aquí todo el año.
Alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio)
Hasta septiembre podremos seguir viendo alcaudones en su deambular antes de comenzar su migración definitiva. Su misión entre nosotros ha culminado con éxito un año más. ¡Buen pajareo para todo el mundo!