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Misterio en Pueblo Chico (2)

Publicado el 05 mayo 2021 por Luz1983

 En una de las excursiones libres que hacíamos para alejarnos un poco del desierto con dunas interminables y el mar, llegamos a un pueblo con algo de verde, caseríos en ruinas que sacaban lo más profundo del arqueólogo en nosotros.

Misterio en Pueblo Chico (2)
Resultaba frustrante, ya que poco quedaba por descubrir, alguna mesa de luz con dos fotos viejas, un boliche, una silla rota o un pequeño fogón de piedra. 
Paramos en un "comedero", con el menú de la zona y un "camarero" con ganas de hablar, nos habló de la pobreza, de la juventud que iba buscando escapar por el mar, desapareciendo en otras orillas. 
Nos señaló en lo alto entre árboles, la mansión del feudal que desde "aquella" noche nadie más fue capaz de acercarse. "En las noches de tormenta", nos murmuraba sigiloso, "se escucha el llanto de un niño y en el pueblo se decía que había muerto de frío cuando desaparecieron sus padres."
Esas historias nos resultaban reiterativas en pueblos apartados. Pero la intriga nos llevó por un camino difícil hasta la arboleda. Increíble después de kilómetros y kilómetros de arena. 
Entre una maraña de jardines casi secos, logramos encontrar una especie de entrada. De pronto y después de tantas historias que nos contaban de secretos y misterios, un ruido nos alteró. Nos reímos, pero seguimos atentos. Otra vez, era evidente que se trataba de algún animal, un gato, una rata de campo, un pájaro.
Seguimos con cautela y nos fuimos acercando a lo que sería el salón principal con una escalera semidestruída. Imposible seguir o intentar subir, solo había piedras y hierbas secas. 
Salimos y algo decepcionados fuimos despacio hasta el coche. Otra vez un sonido. Entre unos árboles con ruinas caídas y desordenadas algo se movía y nos dirigió el afán de aventura hacia esa dirección. Sentada en una piedra descubrimos a una anciana, un pequeño bulto con aspecto salvaje que mantenía pegada al cuerpo el trozo de una tela rústica. 
Intentamos dialogar pero permanecía inmóvil. 
Corrimos al coche y bajamos al pueblo lo más rápido posible. Nos indicaron una especie de cuartelillo, salió un hombretón con uniforme y le contamos lo sucedido. Partió de inmediato. Pedimos refrescos en la tienda y nos sentamos en una pequeña plaza desierta. 
Tiempo después, reapareció el vehículo, se detuvo, bajó el guardia y recogió en brazos a la pequeña anciana. 
La llevó a una casa vieja, al salir nos llamó, nos agradeció y ante nuestra actitud interrogante, nos contó que cada tanto desaparecía y no se sabía como llegaba a "Los lirios de Julia", el nombre de la antigua mansión. Siempre había alguien que iba a buscarla. 
-¿Y quién es? - pregunté, -¿familia de ese lugar?
-No se sabe nada de ella, dicen que llegó una noche de tormenta. 

Un día, dos mujeres se hospedaron en el pueblo y una subió.

Estuvieron preguntando y una familia que se fue tiempo después le habló de la anciana, iba contando por ahí el cabrero. Pero creo que nunca pudieron hacerla hablar.

-¿Y esa especie de tela que abraza?

-Es un trozo de lienzo con el que bajó en una de sus escaladas cuando la casona se derrumbó por completo.

Misterio en Pueblo Chico (2)

No pudimos averiguar nada más. Como sucede en tantos pueblos apartados y casi abandonados llenos de historias perdidas de apariciones, sombras y lamentos recorriendo las ruinas en la oscuridad. 
Un día recordando ese episodio, me imaginé con los datos sueltos recopilados entre los pocos habitantes a esa niña y el resto. 

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