Revista Cultura y Ocio

«Mistral. una vida. Solo me halla quien me ama», de Elizabeth Horan

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«La primera gran biografía de la premio Nobel Gabriela Mistral, que desvela episodios inéditos de una de las poetas más importantes en español.»

«Mistral. una vida. Solo me halla quien me ama», de Elizabeth Horan

«Lucila Godoy Alcayaga comenzó a utilizar el seudónimo de Gabriela Mistral en 1908, aunque ya antes había utilizado otros seudónimos. Comenzó a publicar cuando tenía 15 años, pues como no terminó la escuela primaria ni tenía título de profesor, su única manera de demostrar su capacidad era publicando, y publicó tanto periodismo como poesía. Tal vez su prosa sea más accesible que su poesía me comenta Elizabeth Horan en la entretenida charla que mantuvimos.»

«Mistral. una vida. Solo me halla quien me ama», de Elizabeth HoranElizabeth Horan ha ideado un proyecto colosal de trilogía biográfica. Lo que tenemos entre manos es la primera entrega. En este primer volumen, también colosal por sí mismo, la autora plantea un subtítulo muy sugerente: Solo me halla quien me ama. Toda una declaración de intenciones que además muestra a la perfección el carácter amoroso de la obra de Gabriela Mistral. No en vano, el libro empieza con una cita de Safo, otro referente lírico y libre donde los haya, como insinuándonos que Mistral también podría formar parte de ese árbol genealógico de escritoras y de pensadoras que centraron sus estudios en la investigación sobre la belleza y el deseo.

Interesantes estas palabras de Horan al respecto de esa imagen ardorosa que tenemos de quienes escriben el ardor, como si acaso escribir tales temas íntimos no requiriera también la mayor de las calmas: «Desde sus primeras publicaciones, Mistral demuestra su rechazo a las opciones que se ofrecían para las mujeres. Es una romántica fría: entiende que los sueños románticos nacen para morir. Un ‘leit-motiv’ de sus cartas: la gente que la lee antes de conocerla en persona se sorprende por su calma, lo opuesto de sus versos fervorosos». Los poemas de Mistral están llenos de éxtasis, y ese éxtasis de la fe y del amor solo pudieron nacer en ella de la contemplación.

«Solo me halla quien me ama es un verso del poemario Almácigo, publicado en Chile, pero difícil de encontrar en España.

Por eso mismo, este Solo me halla quien me ama recorre los primeros años de la vida de la poeta, desde su nacimiento en 1889 hasta 1922, tal vez una de las fechas más importantes para la literatura de principios de siglo, pues en ese mismo año se publicaron libros como La tierra baldía, de T. S. Eliot, el Ulises de James Joyce, la Raíz salvaje, de Juana de Ibarbourou, y por supuesto Desolación, de Gabriela Mistral. Y hasta llegar a la publicación de uno de sus libros más importantes, nos pasearemos antes por su infancia en el rural Valle de Elqui, y por su educación truncada por las autoridades locales, hasta sus primeros trabajos en escuelas humildes.

«Comencé a interesarme por Gabriela Mistral cuando estuve haciendo mi Tesis Doctoral que terminé en 1988. Viajé a Chile en 1985 gracias a una beca y me topé con Gabriela Mistral, y una amiga chilena me ayudó con el castellano y propuse traducir su obra. Comencé traduciendo sus cartas, y cuando Doris Atkinson, su albacea, me ofreció venderme toda la correspondencia acepté, pues sabía que había algunas cartas muy comprometedoras que seguramente habrían sido destruidas.»

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga —ese era, para quien no lo sepa, su nombre de nacimiento— trabajó, aprendió y ascendió rápidamente para dirigir, sucesivamente, tres liceos. Después de su éxito al reorganizar el primero de ellos en Punta Arenas —la ciudad más austral del mundo en ese momento—, antes calificado de «malo», se trasladó a Temuco, para finalmente arribar a la capital chilena, a Santiago, donde algunos miembros del establishment educacional, antes silentes, se quejaron de que ella no estaba calificada: le faltaban las «credenciales necesarias». Nada de eso impidió a Mistral seguir trabajando y demostrando su valía a pesar de sus orígenes humildes.

«Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga decidió adoptar un seudónimo, Gabriela Mistral, a partir de dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele d´Annunzio y el provenzal Frederic Mistral.

En este libro, veremos reflejados esos encuentros con políticos y educadores conservadores, pero también su creciente interés por la literatura, que se forjaría con su amistad con un Pablo Neruda que era más joven que ella, y que no solo la reivindicó toda la vida como maestra, sino que además vivió múltiples episodios entrañables y fascinantes a su lado. Podría decirse que en Solo me halla quien me ama, Elizabeth Horan ha dejado retratada una época compleja pero fundamental en la vida y obra de Gabriela Mistral. Aquí tenemos todas las respuestas: así es como nació uno de los mitos más potentes de la literatura latinoamericana.

«Laura Rodig, Palma Guillén y Doris Dana fueron centrales en su vida, pero en las biografías más tradicionales de la poeta chilena sólo se les reconoce en calidad de asistentes o secretarias, lo que ha silenciado la multiplicidad de otras formas de relaciones entre mujeres, que se deja entrever en cartas y poemas.»

Lee y disfruta de un fragmento del libro.

La autora:«Mistral. una vida. Solo me halla quien me ama», de Elizabeth Horan
Elizabeth Horan es profesora, escritora, editora y traductora, se ha dedicado a la investigación de biografías, archivos y correspondencias literarias, concentrando su labor en Gabriela Mistral. Doctorada por la Universidad de California-Santa Cruz, ha recibido premios de instituciones como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el programa Fulbright, y ha realizado residencias de escritura en Nueva York y España. Actualmente es académica de la Universidad Estatal de Arizona. Es autora de Mistral. Una vida, la biografía más completa hasta la fecha de una poeta esencial de la literatura moderna.

El libro:
Mistral. una vida. Solo me halla quien me ama ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Ensayo. Traducción de Jaime Collyer. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 470 páginas.

Como complemento pongo un vídeo en el que Elizabeth Horan nos habla de su libro Mistral, una vida. Solo me halla quien me ama.


Para saber más:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gabriela_Mistral


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