Mitos alimentarios VI: el pan engorda

Proseguimos con la sexta edición de esta serie que tiene como objetivo derrumbar algunos de los más populares mitos alimentarios. La entrada de hoy vamos a dedicarla a hablar del pan y de la concepción errónea de que es un alimento que engorda mucho.El pan es un alimento ancestral que ha acompañado a la alimentación del hombre desde hace siglos. Se trata de un alimento que al igual que los otros farináceos (arroz, pasta, cereales…) son muy ricos en hidratos de carbono (llegando hasta el 80% del producto). Además contiene buenas proporciones de proteínas, vitaminas, minerales y fibra, y en cambio es muy escaso en grasas (menor al 5% del producto). Se trata pues de un alimento bastante completo que se engloba perfectamente en la idea de dieta saludable y mediterránea.Está bien consensuado que los hidratos de carbono deberían suponer entre el 50 y el 55% de la energía total que consumimos diariamente. Queda de relieve, por consiguiente, que alimentos como el pan y los otros farináceos deberían consumirse de manera regular (y por ese motivo ocupan la base de la pirámide alimentaria). No obstante, debido a la creencia de que el pan y el resto de alimentos ricos en hidratos de carbono engordan y carecen de importancia nutritiva, su consumo entre nuestra población es muy insuficiente y se aleja mucho de las recomendaciones de los organismos de salud. Como ya vimos en profundidad en un artículo anterior al blog, el pan y los farináceos integrales son mucho más nutritivos y beneficiosos para la salud. Muchas investigaciones ponen de manifiesto que algunas de las enfermedades contemporáneas vienen dadas por la falta de cereales, granos y fibras vegetales en nuestra alimentación.
Es obvio que el pan, como todos los alimentos, tiene calorías. Se trata de un alimento básico en la alimentación pues nos aporta la energía necesaria para llevar a cabo nuestras actividades diarias. Lo que no logro entender es esta etiqueta que se le ha puesto de que “engorda” por su propia naturaleza. Esto hace que todas las personas que decidan seguir un plan alimentario para bajar de peso descarten como primera acción el pan de la dieta. Pero aunque el pan aporta energía, su consumo no es causa directa del aumento de peso, siempre y cuando se respete la cantidad recomendada para cada caso. Quizás el problema sea semántico y del uso del vocablo “engorda” que creo que se usa como comodín pero que no sé que significado tiene exactamente. ¿Significa que contiene muchas calorías o que hace aumentar de peso o que hace aumentar la grasa corporal o a que se refiere la gente cuando dice que un alimento “engorda”?Hay dos problemas asociados al consumo del pan y que podrían explicar, en parte, la concepción de que “engorda”. El primero es no controlar las raciones: es muy típico ir picando trocitos hasta que se gasta media barra o acompañar las comidas con grandes cantidades de pan. El segundo podría ser derivado más por el acompañamiento que por el propio pan. Está generalizado el uso del pan como “base” para muchos otros alimentos (mermelada, miel, nocilla, embutidos, mantequilla, paté, etc.) que podrían ser el verdadero inconveniente. Para ir terminando me gustaría también comentar dos de los mitos paralelos que se originan a partir de este. El primero de ellos es creer que la miga del pan “engorda” más que la costra. La composición nutricional del pan es igual por dentro que por fuera, si embargo, la miga tiene más agua que la costra y por eso, a igualdad de peso, la miga contendría menos calorías que la costra, con lo cual no tiene ningún sentido retirar la miga. El segundo es la idea de que el pan integral tiene menos calorías que el convencional o incluso que adelgaza. Este mito ya fue desarrollado en anteriores capítulos de esta serie.
Por último, y si queréis seguir informándoos del tema, os dejo un artículo del ABC en el que se explica que un estudio reveló que “El consumo de pan en las dietas de adelgazamiento permite la pérdida de peso en igual medida que en los regímenes que lo excluyen y reduce a su vez el riesgo de abandono de la dieta”.