Revista Cultura y Ocio
Uno de los mitos más pintorescos de la antigüedad es el que forma el tema de este artículo. Así lo cuenta Jacques de Voragine, en su "Legenda Aurea":"Los siete durmientes eran nativos de Éfeso. El emperador Decio, que persiguió a los cristianos, habiendo venido a Éfeso, ordenó la construcción de templos en la ciudad, para que todos pudieran venir y sacrificarse ante él; y ordenó que los cristianos fueran buscados y se les diera a elegir, ya sea para adorar a los ídolos o para morir. Tan grande fue la consternación en la ciudad, que el amigo denunció a su amigo, el padre a su hijo y el hijo a su padre.LEER MÁS »