Revista Salud y Bienestar

Mitos y verdades de la Big Mac de McDonald’s

Por Míriam Lihi

Corre por la red un gráfico en el que se explica lo que ocurre tras una hora de haber comido una hamburguesa Big Mac. ¿Qué hay de cierto?

Mitos y verdades de la Big Mac de McDonald’s

La Big Mac, una de las hamburguesas más famosas y consumidas del mundo bajo juicio tras este gráfico en el que se muestra cómo reacciona nuestro cuerpo después de haber comido una de estas hamburguesas. ¿Por qué se ha hecho este estudio? Porque la empresa Mc Donalds ha hecho una publicidad muy explícita sobre sus hamburguesas y el efecto placentero que tiene cuando acaban de comer uno de sus productos. Se podría considerar que este efecto placentero del que habla la gigantesca empresa es muy parecido a lo que ocurre cuando una persona consume drogas. Y eso es lo que la ha puesto en el ojo del huracán porque “funciona de una manera similar para drogas como la cocaína y contribuye a la probabilidad de la alimentación compulsiva”. Según el gráfico, cuando una persona come una Big Mac se siente bien y feliz pero cuando han pasado algo más de 20 minutos la persona vuelve a tener necesidad de comer otra hamburguesa. ¿A qué atribuyen estos efectos adictivos? Al contenido en sodio y fructosa de jarabe de maíz que le añaden a las hamburguesas para que den esta sensación de bienestar pero que luego crean el efecto de necesitar otra hamburguesa. Es que es lo mismo que ocurre con las drogas y aquí está el verdadero problema. Crean adicción. Mitos y verdades de la Big Mac de McDonald’s Es más, según el gráfico, cuando ha pasado media hora de haber comido la Big Mac la persona siente que debe beber, está deshidratado, y esto le ocurre porque las hamburguesas en cuestión contienen mucho sodio (sal). Y la cosa no acaba aquí, sino que después que hayan pasado 60 minutos sigue habiendo sorpresas. La digestión de estas hamburguesas es tan y tan lenta que se necesitarían cerca de 72 horas para poder digerirla del todo. Ahora bien, Priya Tew, dietista británica, dice que este estudio que muestra este gráfico de lo que ocurre cuando comemos una hamburguesa no es del todo cierto.  “Creo que han inflado más algunas declaraciones”, dijo. Según la dietista, en los primeros 10 minutos queremos comer cosas grasientas y calóricas porque es lo que nos pide el cuerpo. Y por eso el hecho de comerse una Big Mac hace que te sientas bien, porque le estás dando al cuerpo lo que te pide. Según Tew, también es cierto que al comer esta hamburguesa aumenten los niveles de azúcar en sangre pero no más que con otras comidas. En cuanto a la cantidad de jarabe de maíz y sodio como sustancias adictivas no está claro porque no se hizo un estudio adecuado al respecto. Sólo son suposiciones. Y en cuanto a la cantidad de sodio, una hamburguesa lleva 2,4 gramos de sal ( 970 mg de sodio). Si pensamos que la cantidad diaria recomendada según la OMS es de 6 g de sal…no se puede considerar que se encuentre fuera de la normalidad y es más, esta cantidad no es suficiente para hacer que una persona se deshidrate. Y sí es cierto que la digestión sea más lenta porque la grasa que contienen las hamburguesas hace que se ralentice el proceso. Esto también desmentiría ese efecto de querer comer más al cabo de poco tiempo porque los niveles de azúcar no suben y bajan rápido sino que lo hacen despacio.  Eso sí, para aquellos a los que les guste comer este tipo de comida recordad que debe ser sólo de forma puntual por su contenido en grasas.

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