Hay veces que no tiene sentido seguir, cuesta darse cuenta y te resistes a aceptar una realidad que está delante de tus narices pero al final te das cuenta. Quizás eso es lo que le ha pasado a Marcelino en su lucha cual Quijote contra la pedofilia en la redes sociales. Pero a diferencia del ilustre Hidalgo, pienso que Marcelino no está loco, lo que está es harto y no le falta razón. En una entrada de su blog que podéis leer aquí comenta que se acabó.
Marcelino solo es un ser humano como bien dice "no es un problema mío, ni una cruzada, ni soy un justiciero, ni un caza-pedófilos, ni nada parecido. Soy un padre, que sabe como funciona la tecnología y estas empresas, preocupado." Debo de llevar interactuando con Marcelino en Twitter más de dos años, le he visto patalear, luchar, indignarse. Le he visto irritado, indignado, decepcionado, ninguneado por políticos que pasaron por aquí y vieron esta causa como una mina para apuntarse votos, hasta que fueron llamados al orden por instancias superiores. Si señores los lobby de Facebook, Microsoft, Google son poderosos También están los capos del Social Media, los gurús 2.0 con miles de seguidores, que han ocultado y ocultan está realidad no sea que se les acabe el negocio, o porque es más cómodo mirar hacia otro lado. Particularmente es grave su caso porque ocultan algo que conocen, allá su conciencia, mi desprecio hacia ell@s. Como me decía un segundo espada, la causa nos gusta, pero no nos gusta el estilo de Marcelino, lo que hay que oir. Si porque yo también he sentido en mis carnes esa presión, mínimamente pero la he sentido. Si sacará algún mensaje privado de Twitter recibido, a alguno se le pondría la cara colorada. Pero quizás lo que más nos ha quemado a todos, y me incluyo en el grupo, es la indiferencia de la gente normal. Hablar al desierto, sentir la indiferencia; si la tuya, una persona normal usuario de Twitter, Facebook etc. muchos de vosotros además sois padres de niños que en poco tiempo estarán expuestos a ese peligro. Cual avestruces metéis la cabeza en el suelo, prefiriendo vivir en un mundo de fantasía, o pensado que ya solucionaran el problema otros. Es más cómodo tener gente como Marcelino, exponiendo todo, su vida, su trabajo su reputación. En el fondo es un claro reflejo de la estupidez, egoísmo y falta de compromiso de la gente, con algo que merezca la pena. Si no luchas por una amenaza real para tus hijos, ¿como eres capaz de mirarte al espejo cada mañana? Marcelino se va, se cansó, dijo basta. La verdad de muchas de las cosas que han pasado se irán con el, pues en el fondo a pesar de sus formas algo bravas siempre fue discreto. Nunca dijo, mi mostró toda la barbaridad que se encuentra debajo del mundo de los pedófilos, ¿para que? Si con el 30% la gente ya le acusaba de enseñar historias horribles. La gente no quiere ver cosas desagradables, no quiere que le ataquen su conciencia de vago y egoísta. Sólo he hablado una vez con Marcelino, hablamos por Skype creo. Lo que me mostró, lo que vi, hizo que ese sábado por la tarde (aun lo recuerdo nitidamente) una vez acabada la conversación, fuera un día nefasto para mi. Recuerdo llorar amargamente, profundamente, de asco, de rabia de impotencia. Cada vez que veo a un niño, con esa felicidad, a veces me vienen a la cabeza esas imágenes. Siempre me preguntó que clase de bestia es el ser humano que puede destruir algo tan bello como esa inocencia. Siempre apoyare y respetaré a Marcelino. Alguien que lucha casi sólo contra algo así merece todo mi respeto y admiración, arriesgo todo y lo dio todo. A los demás a los que habéis puesto mil excusas o mirado para otro lado con este tema mi desprecio más profundo. Antes los pedofilos iban a los parques a los colegios, sus territorios de caza eran escasos. Hoy las redes sociales les ampliaron horizontes y posibles presas, ante la permisividad de los dueños de esas redes, políticos etc. Las bestias acechan a nuestros hijos, pero vosotros no estáis en las redes para denunciar estas cosas, para luchas por una legislación que les proteja, estais para divertiros, para hacer negocios, social media, networking o para bajaros música y pelis gratis ¿no? Gracias Marcelino, al final los malos han ganado, era lo previsible. Un final feliz de algo así solo se da en el cine. Tú lo intentaste y eso te honra. Coincido contigo "Ellos seguirán allí, los tipos malos. Supongo que para muchos es preferible vivir en la burbuja y pensar que las redes son Disneylandia". Como bien dices en tu despedida "Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada" elegante despedida amigo, porque muchos de "hombres" tienen poco.TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC) DESDE UNA VISIÓN PRÁCTICA