Para recordar las primeras cifras del número pi es frecuente utilizar reglas mnemotécnicas como la frase de la imagen, en la que el número de letras de cada palabra nos da cifras de pi.
Hay muchos ejemplos y en muchos idiomas.
Por ejemplo, en español, tenemos este texto que nos da los primeros 20 dígitos:
“Soy y seré a todos definible,
mi nombre tengo que daros,
cociente diametral siempre inmedible,
soy de los redondos aros”.
O este otro para obtener los 32 primeros:
“Soy π, lema y razón ingeniosa de hombre sabio, que serie preciosa valorando, enunció magistral. Por su ley singular, bien medido el grande orbe por fin reducido fue al sistema ordinario usual”.
Estos son solo algunos ejemplos, y cierto es que casi parecen las letras de una canción de Bunbury (que conste que en su etapa con los Héroes del Silencio, éste era mi grupo favorito… otra cosa es ahora), y pueden parecer con no mucho sentido.
Al margen de eso, incluso hay cuentos que permiten obtener una gran cantidad de dígitos de pi, como por ejemplo el titulado “Cadaeic Cadenza”, escrito en 1996 por el matemático Michael Keith, y que nos da los primeros 3834 dígitos.
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La entrada Mnemotecnia del número pi con un café se publicó primero en MatematicasCercanas.