Mochizuki Chiyome y Takeda Shingen

La semana pasada hablamos sobre Takeda Shingen, uno de los grandes samuráis. Muchas veces se ha comentado sobre la relación entre ninjas y samuráis, a veces se ha pensado que es como los leones y las hienas. Enemigos íntimos que nunca podrán reconciliarse.

La realidad es bien distinta y en muchas ocasiones han podido trabajar juntos o unos recurrir a la ayuda o servicios de los otros. Entre los casos de los samuráis algunos han escrito que incluso Takeda Shingen fue asesinado por un ninja que pasó oculto varios días en el baño de Takeda esperándole para asesinarlo.

Es muy probable que esto fuese mentira ya que la mayoría de los escritos indican que Takeda murió de enfermedad pero también es muy normal asignar a los ninjas trabajos o hechos que parecen prácticamente imposibles como es el asesinato de Takeda en su propio campamento.

El motivo de esto es que los mismos ninjas solían contar historias inverosímiles de combates o poderes como la invisibilidad para conseguir de esta forma que la gente los temiese. Así conseguían un mayor respeto y crearon una de las leyendas más importantes de Japón.

De todos modos, la relación entre ninjas y samuráis parece clara en el caso de Takeda Shingen y Mochizuki Chiyome, la primera ninja o comúnmente conocidas kunoichi.

kunoichi

Mochizuki Nobumasa, esposo de Chiyome era parte del clan Takeda, por ello cuando Nobusama salía a combatir Chiyome se trasladaba a la residencia de Takeda. En la batalla de Nagashino, Nobusama falleció y Chiyome quedó bajo la protección de Takeda.

Chiyome no era una esposa cualquiera, perteneciente al clan Koga, descendía de una familia de ninjas por lo que Takeda habló con ella y le propuso el trato de entrenar y dirigir un grupo de mujeres ninjas. Las kunoichi, además de aprender las técnicas de lucha conseguirían dominar el arte de la seducción consiguiendo de esta forma ser un arma letal y del que se aprovecharía Takeda sin duda.

Takeda y Chiyome tuvieron bajo su comando hasta 300 kunoichi que le facilitaron una constante información sobre lo que ocurría en las filas de sus enemigos. Esta relación fue muy fructífera gracias a que las kunoichi eran muy fieles a Chiyome ya que  ella les había conseguido una forma de vivir y no estar destinadas a morir o vivir siempre en la miseria.