Revista Moda
Cuerpos de sirena, serpenteados con volantes que realzan las formas de una silueta femenina concebida para convertirse en la metáfora de una guitarra. No hay traje regional más seductor que el de flamenca, que hasta el domingo se hace dueño de Sevilla y del Real de su feria.
Abril llega en febrero, cuando SIMOF (o sea, el Salón Internacional de la Moda Flamenca) pone sobre la pasarela las tendencias del sector y demuestra que el de flamenca es el único traje regional que se adapta a las tendencias de la moda.
Ángeles Verano lo mostró claramente con su colección Alfileres de colores: flamencas modernas, con blusas vaporosas e incluso pantalón para el día y, para la noche, vestidos que tanto se pueden lucir en la feria como en una fiesta de alto copete —siempre y cuando tenga aire del sur, claro está—.
Los tejidos naturales son la base de la colección: seda, algodón, tul o lino, que dan a la prenda prestancia y aire exclusivo. En cuanto a los colores, se imponen los vivos tonos cítricos y los clásicos y elegantes blanco, negro y rojo.
El look, sobrio pero con empaque, se completa con zapatos de Nuria Cobo, complementos de Maleni Zambrano y mantones pintados de Rocío Casado. Y, para las más atrevidas y raciales, un sombrero de ala ancha para cobijarse del sol cayendo a plomo sobre las calles del Real.
[Fotos: Chema Soler]
[Publicado en Todo sobre mis trapos]