Revista Moda

Moda para perder la cabeza...

Publicado el 07 febrero 2011 por Matichica
¡Buen comienzo de semana! Acá estamos nuevamente volviendo a la normalidad. Como habrán notado, mis vacaciones llegaron a su fin, pero aún quedan cosas por ver y se las mostraré en los próximos días. Hoy quiero compartir una nueva adicción que me tiene extasiada... Se trata de la serie de TV The Tudors. Seguramente habrá entre quienes leen el blog vari@s que la tienen vista o que siguen sus capítulos. Yo siempre tuve curiosidad pero como la dan en canales premium, la dejé pasar. Ahora, con la vieja y querida página http://www.seriesyonkis.com/ tengo las cuatro temporadas completas y soy feliz.

Moda para perder la cabeza...

Por ahora sólo ví las dos primeras partes y les aseguro que es una joya para atesorar. Tanto el libro, como las actuaciones y por sobre todas las cosas, la ambientación, son maravillosas. El trabajo de recreación de época es increíble y la calidad de cada capítulo no tiene nada que envidiarle a una película de cine. Pero claro, cuenta a su favor con el mejor guión posible: La Historia de Inglaterra misma, con el protagónico indiscutido de Enrique VIII (1491-1547).

En principio podemos ubicarnos en el tiempo: estamos en la Edad Moderna, su gobierno es considerado un ejemplo de Estado Absolutista -control total de todos los órdenes de la vida por el rey-, y se encuentra bajo la influencia del Renacimiento en el plano cultural y el Humanismo en el filosófico. Hablamos del siglo XVI y es contemporáneo de figuras de la talla de Miguel Angel, Leonardo Da Vinci, Erasmus, Tomás Moro, Lutero, entre otros. Justamente la figura de Lutero es vital para entender el clima de época contrario al catolicismo, con la Reforma Protestante y la imprenta de por medio. Sabemos que una de las cosas por las cuales Enrique VIII pasó a la historia es por haber roto relaciones con la Santa Sede al anular su primer matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, a quién luego mandó a decapitar al igual que hizo con Catalina Howard, la quinta esposa. No se privaba de nada el rey, verdad?

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En cuanto al código indumentario, cosa que atañe a los fines del post, les cuento que está perfectamente de acuerdo con el estilo de la época -siempre para la nobleza y realeza que tenían preestablecidos los usos y costumbres al respecto, el resto de la sociedad se limitaba a unas pocas variedades de túnicas y sayos de telas rústicas en colores oscuros-. Los hombres y las mujeres de la corte lucían sombreros para ampliar el espacio corporal, en este caso hacia arriba. Ellos optaban por una especie de amplias boinas con plumas y apliques; ellas por unos sombreros que con el tiempo dejaron de ser simples telas lisas para ganar en altura con forma de ángulo, apliques de joyas y broches, hasta convertirse en especies de vinchas blancas bordadas en perlas o piedras preciosas. El volumen corporal también se extendía hacia los costados en la parte superior del cuerpo con mangas muy amplias y abuchonadas en ciertos casos, o ajustadas en los hombros pero con enorme amplitud desde el codo hacia abajo. El escote cuadrado en las damas resaltaba notablemente el pecho -con ayuda del corset- y concentraba la atención en las decoraciones del cuello con importantes collares que se ajustaban en la garganta y caían en varias vueltas con llamativas piezas de joyería, engarces, etc.

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En la serie, Enrique VII es interpretado por Jonathan Rhys Meyers, que se parece poco al verdadero rey de Inlgaterra, pero hace un magnífico papel, dotando a su personaje de un amplio abanico de matices y estados de ánimo propios de un ser megalómano, pero con convicciones humanistas; un seductor empedernido y a la vez enamoradizo como un niño; de férreas convicciones políticas y débil sentido de la lealtad. Su relación con Ana Bolena es presentada como un torbellino de pasión, un volcán a punto de estallar que arrasa con todo lo que encuentra a su paso. La actriz, Natalie Dormer, es maravillosa y cumple a la perfección el papel de fría y calculadora. Una intrigante de lujo para el reino de las intrigas palaciegas que más tarde continuará cuando la hija de ambos -Elizabeth/Isabel- sea aquella monarca por cuya gestión Inglaterra fue la reina de los mares, vivió su esplendor cultural y conquistó cuanto territorio pudo; ésa misma a la que en cine le dio vida Cate Blanchet.

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Observen que en la indumentaria de los reyes predominan los colores derivados del rojo en todas sus variantes -tono exclusivo de la realeza-, y el dorado, al igual que los bordados y apliques en telas de gran peso y magnitud. Todo era grandilocuente ya que la vestimenta era la forma en que se demostraba el poder. Así, a los pesados ropajes se añadían importantes joyas y distintivos -los caballeros debían lucir una especie de collar que se colocaba sobre las prendas- con los que se ostentaba el grado de pertenencia a la jerarquía social. Para la reina y el rey, el uso de coronas era un atributo indiscutido y en la serie podemos ver la forma en que se asume o no la real dignidad por el sólo hecho de portar estas joyas.

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Hoy en día, como decimos siempre, las miradas hacia el pasado son un recurso recurrente a la hora de pensar colecciones. Con el furor de la serie -iniciada en el 2007-, los Tudor se convirtieron en fuente de ideas para vestidos y piezas de joyería o bijouterie. Así vemos el caso del diseñador libanés Reem Acra quien incluye referencias en sus creaciones de vestidos de gala o en trajes de novia de clara reminescencia a dicha época. Presten atención a los colores, las telas lujosas, el uso de pedrería y el trabajo de mangas.

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Y otro caso a considerar es el de Chanel para su línea de bijou... Digan si estas piezas no son dignas de Ana Bolena.


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La verdad es que para quienes como yo aman las intrigas palaciegas y las ambientaciones de época, esta serie es imperdible. Ya sé que me preguntarán si ví la película Las Bolena. Les digo que aún no, y espero a que termine esta temporada -la del fin del matrimonio con Ana- para dedicarme a ella. No quiero mezclar a las protagonistas que tengo ahora tan asociadas a la serie. Pero recomiendo de manera entusiasta los Tudor, veánla y después me cuentan, si?

Espero que el post les haya gustado, aguardo sus comments, como siempre. Que tengan lindo día, besitos:>


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