Modelo de compras responsable: criterios económicos

Para una organización o un especialista de compra que decide explorar la posibilidad de implementación de un modelo de compras responsable puede ser muy útil hacer una reflexión profunda sobre los cambios que quiere conseguir a nivel de cada uno de los procedimientos que forman parte del proceso de compras.

Algunos de los pasos más importantes de este proceso son: la planificación, la definición de los requisitos, la selección inicial, la evaluación de ofertas o la gestión del contrato.

Pero antes de todo ello, es importante identificar qué aspectos en materia de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa hay que tener en cuenta o guardan relación con el modelo de compra de una organización, es decir, qué cuestiones esperamos que los proveedores cumplan o sobre cuáles queremos conocer su nivel de compromiso en aspectos tales como, sus sistemas de integridad y ética, su compromiso con los Derechos Humanos, su comportamiento medioambiental … y analizar el impacto de estas compras en la triple cuenta de resultados, considerando, al mismo nivel que las implicaciones económico-financieras para la organización, su impacto social y ambiental durante todo el ciclo de vida del producto o servicio.

La introducción de criterios económicos, sociales, ambientales y éticos no sólo puede ayudar al comprador a mitigar posibles riesgos, pasivos ambientales o sociales durante la relación contractual, sino que la introducción de dichas cláusulas en el contrato puede ser una herramienta muy eficaz para avanzar en el desarrollo sostenible.

Como dice el título del artículo vamos a comenzar viendo los criterios económicos. Tradicionalmente, la selección de proveedores se ha venido realizando teniendo en cuenta el precio de los artículos o los servicios, los descuentos y ventajas comerciales, el pago de los gastos ocasionados (transporte, embalajes, carga y descarga), los descuentos por volumen de compra (rappels) y los plazos de pago.

La elección del proveedor venía en tal caso determinada por el precio más bajo, los ahorros potenciales, y, a igualdad de condiciones económicas, se han utilizado criterios de calidad o mayores prestaciones. No obstante, a este sistema tradicional hay que añadirle ahora un nuevo enfoque que tiene en cuenta, además, otros criterios, como son:

• El ciclo de vida del producto.
• Valorar la transparencia en las operaciones, así como su compromiso contra la corrupción y o el soborno.
• Garantizar el cumplimiento normativo incluso en los países de riesgo en los que puede operar el proveedor.
• Valorar la capacidad y dependencia financiera de la empresa, evaluando posibles riesgos.
• Cada vez toma más fuerza la valoración de los intangibles, entre los que se encuentra la reputación de la empresa, que está integrada por aspectos tales como su compromiso de lucha contra la corrupción, su prestigio y la imagen que el producto y el proveedor tengan en el mercado.
• Cada vez más empresas tienen en cuenta el criterio de la procedencia y localización del suministro a la hora de adquirir productos, servicios, equipos y demás compras, puesto que este criterio puede repercutir sobre el precio final, huella de carbono, riesgos dependiendo de donde esté el origen de la adquisición, e incluso retrasos en los plazos de entrega. La adquisición local, además, se percibe por el público como una muestra de apoyo de las organizaciones a los entornos en que opera.
• Otras características adicionales que también se están integrando poco a poco en la valoración de los proveedores guardan relación con los recursos: las instalaciones, fuerza técnica, capacidad y dependencia financiera, evaluación de la exposición al riesgo económico, social y ambiental, nivel organizativo y de administración.

Además, todos estos criterios en la gestión de los proveedores repercuten en una reducción de los riesgos provenientes de la cadena de suministro, al garantizar el cumplimiento normativo, evitar sanciones o multas, y posibles actitudes reprobatorias por parte de los mercados financieros y consumidores ante circunstancias que afectan al proveedor, pero que repercuten directamente en el comprador.

En nuestra próxima entrega del modelo de compras responsable nos ocuparemos de los criterios sociales.

Y tu ¿qué opinas? ¿tu principal criterio de compra se basa en el precio?

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