Revista Psicología

Modelos Explicativos del Trastorno Obsesivo Compulsivo

Por Centro Psiconet

En cuanto a la explicación sobre el origen y mantenimiento del trastorno obsesivo compulsivo, actualmente coexisten multitud de modelos teóricos, aunque no todos ellos cuentan con el mismo apoyo empírico.

Entre los modelos psicológicos más destacados o que mayor aportación y apoyo empírico han ofrecido, nos encontramos por un lado con los modelos conductuales, que empezaron a desarrollarse en los años cuarenta para intentar arrojar algo de luz sobre este trastorno, muy influenciados por la psicología del aprendizaje imperante en aquel entonces. Este modelo explicativo se centra principalmente en el papel de los rituales y su función como mecanismo para reducir la ansiedad o el malestar. Se equiparaba el trastorno obsesivo a la fobia específica, aplicando por tanto un modelo de tratamiento muy similar, basado en la exposición con prevención de respuesta. Pero se terminó comprobando que este modelo no podía abarcar todos los matices y complejidades del TOC y que el tratamiento no era tan eficaz como cabía esperar. Es por eso que en los años setenta empezaron a surgir los modelos cognitivos, en un intento por mejorar y suplir los huecos de los modelos conductistas y mejorar así el tratamiento de los síntomas.

Los modelos cognitivos, en cambio se apoyan en la sobreestimación que hacen las personas de que ocurra su pensamiento intrusivo como principal causante de los síntomas obsesivo-compulsivos. Es decir, de acuerdo con esta teoría, ante la aparición de un pensamiento intrusivo como podría ser: ”¿Y si he atropellado a alguien sin darme cuenta?”, la sobreestimación de ese hecho (“sí, eso es posible, podría haberlo hecho sin darme cuenta, eso puede pasar”) conllevaría la realización de algún tipo de ritual o conducta que ayudara a eliminar esa amenaza, como por ejemplo podría ser: “si doy tres golpecitos en el volante con mi dedo índice, eso no va a pasar” aliviando así el malestar.

Dentro de esta corriente, cabe destacar el trabajo de autores como Rachman y Salkovskis.

Rachman destaca por sus aportaciones en cuanto al papel de la interpretación que se hace de los pensamientos intrusivos y por el concepto “fusión pensamiento-acción” que significa que el hecho de pensar en algo es equiparable a haberlo realizado o llevado a cabo. Por ejemplo: pensar en hacer daño a alguien es igual que haberlo hecho realmente. Este fenómeno ayudaría a entender porque las personas con TOC otorgan tanta importancia a sus pensamientos obsesivos.

Salkovskis, siguiendo y apoyándose en la línea del autor anterior, destaca dentro de este modelo con sus aportaciones sobre la Responsabilidad excesiva (RE). De acuerdo con su modelo, lo que diferencia los pensamientos intrusivos comunes que cualquiera puede tener, de los pensamientos intrusivos propios de las personas con TOC son las creencias disfuncionales asociadas a estos pensamientos, entre las que destaca y otorga gran relevancia a las relacionadas con la responsabilidad excesiva. De esta manera las personas con TOC se atribuyen tanto la responsabilidad de evitar que suceda su pensamiento intrusivo como el mero hecho de haber tenido ese pensamiento. Este sentido exagerado de responsabilidad es lo que les llevaría a utilizar las conductas de seguridad basadas en evitar o escapar de determinadas situaciones o estímulos, comprobación, neutralización o hipervigilancia a sus pensamientos, convirtiéndose en rituales o conductas compulsivas que acompañan y cierran el círculo del trastorno obsesivo compulsivo, ya que todos estos intentos terminan siendo perjudiciales al producir un empeoramiento tanto de los síntomas obsesivos como del estado de ánimo de la persona.

Por último, cabe destacar la presencia de los modelos biológicos, pues si bien no cuentan con gran apoyo empírico, sus aportaciones han sido relevantes para mejorar el tratamiento del TOC. En este sentido estos modelos señalan la importancia de la serotonina en los mecanismos obsesivos así como la implicación de algunas estructuras cerebrales tales como el sistema límbico, el córtex prefrontal y los ganglios basales.

Estos modelos explicativos, aunque aún queda un largo recorrido por hacer para poder desarrollar un modelo completo e integrador que explique con total eficacia todo el espectro obsesivo compulsivo permiten ofrecer un tratamiento completo y totalmente eficaz.

María García Salinas (Psiconet, psicóloga colegiada número M-24981)


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