Una semana más tenemos por delante un episodio nuevo de Modern Family. Después del divertido capítulo de la semana pasada, vamos a ver qué ha ocurrido esta vez. ¡Alerta spoiler!
La familia Dunphy no está en casa. Han descubierto moho en su hogar y deben pasar una noche en un hotel cercano. Todos en la misma habitación, duermen apretados, y uno de ellos -el pobre Luke- en la bañera. En realidad tampoco pueden dormir: tienen unos molestos perros que ladran por las noches, y se escucha un tren que pasa muy cerca. Se lo toman de buena manera, como una aventura, hasta que la reparación en casa se alarga y están allí como una semana, con los nervios a flor de piel.
Cuando Claire va a salir a correr, Phil descubre que su mujer ha tenía alquilada la habitación de al lado para dormir sola a espaldas de la familia. En una reunión de todos, al final deciden irse a vivir a la habitación de Claire, dejando a Phil solo con la habitación original totalmente destrozada.
Cuando sus hijos encuentran a Phil jugando en la piscina con una familia nigeriana que no le entiende, se dan cuenta de que el hotel está prácticamente vacío, y que si él reservó solo una habitación es para que estuviesen todos y pasar más tiempo juntos. Y le han abandonado. Al final del capítulo, bajan juntos a jugar a la piscina y, cuando han vuelto a casa, aparece la familia nigeriana, que malinterpretaron a Phil y parece que van a quedarse allí.
En casa de Mitchell, Cam se encuentra muy nervioso por el partido. Al ser el entrenador, la gente le hace regalos, como cestas de comida, pero él solo piensa en las supersticiones y tiene que repetir todo aquello que le pasó la primera vez que ganaron un partido, como olvidarse las llaves o tropezarse con un patinete.
En casa de Jay, Manny llega de pasar un rato con un amigo mayor que conduce llamado Sam. Gloria se encuentra preocupada porque piensa que es una mala influencia para su chico, pero entonces Jay descubre que Sam en realidad es una chica, la nueva novia de Manny. A Gloria parece que le hace incluso menos gracia, hasta que ve a Sam animando a su hijo en el partido de fútbol y se da cuenta de que es muy guapa y realmente le quiere. Su marido le insta a dejar de preocuparse.
Unos instantes más tarde, sin embargo, Jay ve a Sam besándose con otro. "No puedo contárselo a Manny porque le mataría. Y no puedo contárselo a Gloria porque me mataría a mí". Ya en casa, el chico le confesará que Sam le ha dejado, y que solo le había utilizado para volver con su antiguo novio. Jay intentará consolarle, sin mucho éxito.
El partido de fútbol iba genial hasta que Mitch aparece en el campo. Cree que debe dar un poco más de cuerda en su relación con Cam y, si a él le gusta tanto el deporte, será mejor apoyarle. Lo único malo es que con su aparición las cosas empiezan a torcerse y su marido le cuenta que es gafe. Al final ganan el partido, y aunque parece que ha sido gracias a que Mitchell se había ido, lo cierto es que estaba allí, subido a una verja de la que no podía bajar. Cam se da cuenta de que no es gafe y le agradece su comprensión.
Estamos frente a un episodio muy flojo de la serie, lo que me ha sorprendido. He echado de menos los gritos de Gloria, el ingenio de Alex o momentos divertidos de Phil y Luke. Esperamos que solo sea un capítulo de paso entre tantos otros que nos han hecho reír siempre.