Revista Cine
Modern Family llega al capítulo que marca el final de esta séptima temporada. Han sido un total de 22 episodios con algunos momentos memorables (algunos de ellos entre los mejores de su historia). Ahora, llega el momento de decir adiós, aunque nos quedaremos con un hasta luego, ya que la comedia fue renovada no hace mucho por una octava temporada. El recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Phil, en este episodio, se termina de dar cuenta de que sus hijos ya son mayores. Y lo descubre de una manera un tanto extraña: se despierta a media noche y encuentra a una chica durmiendo en la cama con Luke. Claro que después de mirar de nuevo junto a su mujer puede que se confundiese con el peluche gigante de Chewacca de su hijo. En realidad todo apunta a que sí (la marca en su cuello, el zapato de tacón que aparece de repente entre los arbustos) y termina regañando a Luke. En realidad solo sabía que tenía que estar enfadado, pero no por qué. Y lo único que quería gritarle a su hijo menor es que dejase de crecer. Al final, Luke confiesa que la chica le ha dejado y el drama empieza a inundar la casa de los Dunphy.
Y no solo por esto. Alex llega a casa de vacaciones a vivir con su familia y parece que nadie se acordaba. A su novio le han preparado una super-fiesta de bienvenida, y ella se tiene que hacer su propia lasaña... También hay drama en la pareja Haley-Andy, cuando a él le sale una oferta laboral muy buena en otra ciudad. Phil no puede dejar que su pupilo renuncie a tal oportunidad, y Haley se convence de que ella tampoco puede, aunque se comprometen a mantener el contacto. Por último, tenemos a Claire. La mujer sufre bastante a la hora de despedir a uno de sus trabajadores. Ella, con toda la buena intención del mundo, ha colocado una máquina de baile en la empresa para relajar el ambiente, pero resulta que ese trabajador ha batido su récord y no puede echarle ahora pues parece muy feo.
Logra revalidar su título, aunque la máquina se desconecta y no queda constancia. La cosa se complica cuando nadie le cree, excepto ese mismo trabajador, que se pone de su lado. Al final sigue el consejo de su padre y se da cuenta de que dirigir implica tomar decisiones dificil y despide al señor. El drama se apodera de la casa, sí, pero lo solucionan viajando todos a Nueva York al final del episodio (aunque no todo va a ser felicidad, ya que les roban el móvil cuando le piden a una señora que les haga una foto).
En casa de Mitch y Cam, ambos están en medio de un lío muy grande. Cam se va a Missouri un tiempo por trabajo, así que tratan de concretar un calendario en el que se reparten a su hija por días. Claro que se dan cuenta muy pronto de que actuan mejor como uno solo (Cam prepara comida para ellos, e incluso compra un billete de avión extra para visitarles pronto), así que tanto Mitch como Lily terminan acompañándole en su nueva aventura. Muy fan de la "permanente" que le hacen a Lily y que queda bastante mal. Y de la niña preguntándole a Mitchell si podían demandar a Cam por no estar atento.
Por último, tenemos a los Pritchett. Ahora que Jay ha vuelto a trabajar con Claire, se ha dado cuenta de que le cuesta más ponerse al día. Si ya es malo con las tecnologías (Manny no consigue hacerle ver la diferencia entre dos clicks y un doble click), el hombre se las ve y se las desea para hacer unas fotocopias de unos documentos. De hecho hasta termina copiándolos a mano con tal de no pedir ayuda con ello. Gloria, por su parte, tiene una boda de un familiar en Juárez (un tanto peligrosa, que cuenta), pero recurre a una película que hace llorar a su marido para conseguir lo que quiere. En esta ocasión, por medio de Joe recitando uno de los diálogos de Casablanca.