Revista Economía

¿Modernidad versus tradición?

Publicado el 15 julio 2009 por Eloy
Apenas si han pasado 45 días desde los hechos de Bagua, en la Amazonía Peruana, y ya parece quedar en aquella parte del cerebro, que los peruanos muestran tener con tal fuerza de atracción, que hechos históricos como estos parecen nunca volver más. Pero, si algún destello ha quedado de aquellos acontecimientos, es el planteamiento del problema como si fuera un conflicto entre la modernidad y la tradición. Esto, me parece incorrecto.Es díficil, aún para los propios sociólogos, delimitar una frontera clara entre modernidad y tradicionalidad. Pero, es consenso que hablar de modernidad, es hablar de un conjunto de hechos históricos que se inician en el curso del siglo XIX [i], que a su vez conlleva a un discurso, el discurso de la liberación, donde se reclama la autonomía en el conocimiento, en lo político y en lo económico. Alfredo Marshall, en 1890, señalaba: "La deliberación, y no el egoísmo, es lo que constituye la característica esencial de la edad moderna" [ii]. Luego, coherentemente prosigue: "En ninguna parte es posible hallar mayor número de comodidades, unidas a menores sufrimientos, que en nuestras naciones occidentales de la época presente". Finalmente agrega: ". . . el comercio y la industria modernos se caracterizan por el aumento de la confianza en los actos humanos, por la previsión y por una deliberada libertad de elección".Por otro lado, desde la sociología, Wagner señala que desde la perspectiva de la sociedad occidental del siglo XX, podría verse que: "La creciente capacidad de rendimiento de la economía, de la política, de la administración y de la ciencia liberaría a los individuos concretos de muchas angustias y miserias que habían caracterizado a las sociedades tradicionales". [iii]Queda claro, que la descripción de los hechos del siglo XIX y XX, no son descripciones del devenir histórico de la humanidad, sino de sólo del mundo occidental, de aquellos países donde la revolución industrial y las revoluciones políticas burguesas, conjuntamente o dispersamente, han devenido en un proyecto cuyo discurso tiene como centro "la libertad y la autonomía". Entonces para esta parte del mundo, la modernidad significa la superación de ciertas formas de desarrollo político, económico y cognitivo. En ese sentido, nuestra Amazonía y los Andes peruanos, no son parte endógena de este proceso, menos parte del "proyecto de modernidad".Pero, si en algo ha quedado vacío en el discurso de la modernidad, en el mismo mundo occidental, es que su praxis sólo ha permitido la liberación de una parte del mundo a costa de otra parte de ella. Su liberación se sostiene en el sometimiento de la otra. Y justamente, el mecanismo de transmisión de esto ha sido el libre comercio, la libertad económica. Otra vez, en ese sentido, nuestra Amazonía y el Mundo Andino, no caben en su concepción de "pobreza" y menos tiene sentido plantear su mejora cuando desde su propia perspectiva no lo requiere.Habráse preguntado alguien si existe la posibilidad de evaluar los modos de vida y expresiones culturales de nuestro mundo junto a los supuestos beneficios de la modernidad y sus propios problemas. Es más entendible ahora, el por qué las democracias en nuestras sociedades no son funcionales a las necesidades de un país que aún tiene su propia y autónoma dinámica cultural, económica y por supuesto, también política. Aunque, como lo evidencia lo de Bagua, con amenazas ya concretizadas de dominio .[iv]Entonces, no existe conflicto entre modernidad y tradición cuando nos referimos al conflicto de Bagua. Es más bien este Estado la creación y expresión de la modernidad foránea y que en su práctica transforma el discurso de la modernidad en un discurso vacío, antihistórico y de sometimiento. Es dominar a aquellas sociedades ajenas a su lógica moderna para seguir sosteniendo la "liberación" de sólo una minoritaria parte de la humanidad.Si partimos por reconocer que el Perú no debe seguir mirándose "sólo" desde la modernidad (occidentalmente) [v], entonces debe refundarse progresistamente un Estado Confederado, en el que se expresen equitativamente los intereses, por así decirlo, de los aymaras, los shipibos, los ashaninkas, de nosotros los criollos y todas aquellas pequeñas naciones existentes en nuestro país. Así, nunca más este Estado será pieza de los intereses del mundo occidental.--------[i] Habermas, Jürger. El discurso filosófico de la modernidad, 1993.[ii] Marshall, Alfred. Principios de economía, 1957.[iii]. Wagner, Peter. Socilogía de la modernidad, 1997.[iv] A mi entender, no hay frase más moderna en Marx, como aquella que dice: "La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases".[v] Como aquellas frases que sostienen, "peruanicemos al Perú", "ni Washington ni Moscú", etc.

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