Llevo tiempo sin escribir en el blog y aunque al principio me agobié por sentir que lo abandonaba luego conecté conmigo misma y me dije: Beatriz, si no te nace escribir, no escribas. Este espacio debe ser algo real, auténtico. Cantando a Mamá nunca fue un escaparate sino un lugar de expresión que conecta con una misma y a la vez con otras maternidades.
Así que así fue: no lo hice.
Una vez tomada la decisión y más tranquila me pregunté por qué no me nacía escribir. Y me di cuenta de que necesitaba espacio para componer de nuevo, para mirarme desde fuera tras tres años de intensidad diaria, de aprendizaje constante y adentrarme a explorar partes más ocultas de mí misma que conforman igualmente la mujer que soy, la madre que voy construyendo y aceptando. Ya lo comentaba en la última entrada, poco a poco van apareciendo temas nuevos en los que sostenerme, espejos musicales que me ayudan a reconocer a una Beatriz antes desconocida para mí o tan oculta que apenas se dejaba ver...
Voy a dejar que pase el verano, voy a permitirme bañarme de sol y dejarme tocar por la luz azul del mar para después volver a zambullirme en mis sombras.
Creo que os merecíais una respuesta a mi silencio y aquí la tenéis.
Nos vemos a la vuelta, ¿quién sabe con qué nuevas pasiones? Buen verano a todxs.