Revista Arquitectura
Pero la mayor sorpresa de la visita arquitectónica a Beirut, fue darnos de bruces con un edificio recientemente terminado por Rafael Moneo en el mismo corazón de la ciudad. Se trata del Beirut Souks, un edificio muy de Moneo en el centro de la ciudad, perfectamente insertado en la trama de la misma, y con un enraizamiento en la cultura dignos de mención.
Todo en si es sobrio en el edificio, desde la fachada que a mi me recordaba de alguna manera a la Ópera de Sydney (imag01), con las galerías entre tiendas como excavadas, las pequeñas calles entre volúmenes como de roca, ya que el edificio parece estar tallado de un volumen rocoso, y los grandes vuelos solucionados con esqueléticas vigas que parecen flotar en el ambiente (imag02), dan una sensación de edificio bien pensado y bien solucionado, muy a la forma de Moneo.
Las separaciones entre tiendas como en un zoco mediante elementos porticados que dan una idea de profundidad a la manera del Museo Romano de Mérida (imag03), y las seriaciones de espacios interiores y exteriores, a la vez que se dejan ver en algunos patios las vistas cruzadas desde las zonas públicas al parking y viceversa, hacen del edificio un precioso ejemplo de arquitectura. Éste, es muy diferente por contraste, con el pastiche de edificio que ha hecho Zaha Hadid para cines justo al lado, y que para desgracia del buen arquitecto está amliando en una segunda fase ahora mismo.
El proyecto Beirut Souks fue un concurso ganado en 1995, que empezó a construirse en 1997 y que sólo pudo terminarse en 2009, en si mismo es historia de la ciudad, ya que además al rehabilitarlo se hizo sobre la zona cero de la guerra civil libanesa y las calles que cortan los volúmenes son las de los trazados originales que tuvo la ciudad por allí e incluso con sus mismos nombres. Felicidades una vez más a Moneo por un gran ejemplo de arquitectura por el mundo.