Revista Cine

Moneyball: el Think Different aplicado al béisbol

Publicado el 09 enero 2012 por Jongs @JonGS

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Billy Beane (Brad Pitt) es el gerente del equipo de béisbol Oakland Athletics, un equipo debajo presupuesto que se tiene que enfrentar a la nueva temporada sin varias de las que habían sido sus figuras. Billy se apropia del concepto “Think Different” de Apple para hacer frente a esta problemática y contrata a un joven economista con el que construirá un equipo capaz de pelear contra los grandes mediante el análisis de estadísticas de jugadores y enfocándose en las necesidades del equipo. Esta decisión le acarrea más de una discusión con viejos dinosaurios del equipo que siguen confiando en la intuición y en la experiencia, mientras piensan que Billy a perdido la cabeza y llevará a la ruina al equipo.

Estamos ante una película con un coctel peligroso, más si cabe para un mercado europeo en el que el béisbol no es popular, que mezcla estadísticas, economía y deporte a partir de una adaptación del libro Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game, de Michael Lewis. Con todo ello, la película funciona pero no brilla. Resulta curioso la excelente acogida que ha recibido la película por algunos medios y críticos que además de rendirse ante películas de difícil digestión para la gran mayoría como El árbol de la vida, también lo hacen ante una película aparentemente de encargo y muy convencional desde el punto de vista narrativo. Tendrán que equilibrar. Indudablemente que Brad Pitt hace un trabajo sensacional encarnando a Billy Beane, nadie a estas horas va a dudar de la buena actuación de Pitt, pero ese Think Different del que habla la película es lo que le falta a la propia película para no ser totalmente predecible de principio a fin, cosa por otro lado difícil de solucionar cuando se trata de narrar la biografía de un personaje del que ya sabemos la historia. Incluso a las escenas de la película con más alto clímax, como cuando los Oakland Athletics encadenan su partido número veinte sin perder logrando un record histórico, les falta algo de tensión. Por otra parte, y aunque la adaptación de la novela vaya a estar nominada para el Oscar, hay puntos del guión que no se entienden, en concreto el poco aprovechamiento de Philip Seymour Hoffman en su papel del entrenador de los Oakland Athletics, Art Howe. Al comienzo de la película se nos muestra el enfrentamiento entre Billy y Art por sus diferentes puntos de vista para crear la alineación y confiar en determinados jugadores; lo curioso es que en el ultimo tramo de la película el papel de Art desaparece por completo y ya no sabemos nada más de el.

En algunos medios se comenta que Brad Pitt tenía miedo de hacer esta película porque pensaba que juntar estadísticas y béisbol no era algo atractivo. Sin embargo, supongo que ya sabía lo que hacía al comprobar que su personaje no abandona ni un segundo el plano en una película para el lucimiento de su principal actor y el desaprovechamiento de otros que no tienen tanta estrella pero son igual o mejores, caso de Philip Seymour Hoffman. Sólo queda saber como hubiera sido la película si Steven Soderbergh no hubiera sido apartado de la dirección por la productora y sustituido por Bennet Miller. Me atrevo a asegurar que mucho mejor.


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