Han transcurrido tres años y medio desde mi anterior visita al parque nacional de Monfragüe, en Cáceres. El origen del nombre mons fragorum (monte denso) define a la perfección este parque. La zona está formada por bosque y matorral mediterráneo, grandes dehesas y roquedos sobre los ríos Tajo y Tiétar y sus embalses ofrecen un espectáculo para la vista. La fauna y flora es muy diversa y debido a estas características y a lo inaccesible (prácticamente solo se puede acceder a un 20% del parque) permite que sea refugio de la fauna europea mediterránea. Ello les permite alimento y áreas de nidificación. Monfragüe cuenta con la mayor colonia reproductora de buitre negro, mayor concentración de águila imperial ibérica y de las mayores colonias de cigüeña negra, además del resto de numerosas aves que se observan, sobre todo de buitre leonado y milanos negros. No es por tanto difícil comprender que allí se concentran de todo el mundo ornitólogos, birdwatchers y fotógrafos de naturaleza.
Buitre leonado
En las otras ocasiones que estuve en Monfragüe la época era en agosto, con elevadas temperaturas, demasiado calor y el entorno muy seco, ahora en los inicios de primavera, aquello cobra vida, las dehesas verdes, mucha agua por todas partes y empezando a tapizarse de flores. Otro color, nada que ver con la imagen de agosto. Las aves afanándose a preparar sus nidos, comiendo en las dehesas o sobrevolando los cielos con diversos materiales en sus picos. Todavía hay pocos nidos, nos dicen que el alimoche todavía no lo ha hecho, que el búho real este año decidió anidar en otro lugar y no se le puede observar, casi no han venido los vencejos reales, la golondrina daúrica, sí, justo la he visto rápida y veloz, habría que esperar un poco más para disfrutarlo plenamente, pero esta Semana Santa de finales de marzo ha sido muy temprana. Con el telescopio nos enseñan nido de perdicera, o de milano (al que le gusta llevar también plásticos para hacerlo).
Salto del gitano
Más allá en la dehesa, cientos de ovejas, vacas, pastan en esas alfombras verdes, llenas de las primeras flores, las margaritas, y otras plantas que le ofrecen un color rojo. En muchas zonas de agua embalsada se observan garcetas, garcetas grandes, garcillas, muchas cigüeñas, alguna espátula y en zona más abierta y a lo lejos, el elanio, siempre quieto en el mismo árbol, y cerca de su pareja. La garza imperial también ha venido, allí a lo lejos la observo, entre los cañaverales del embalse de Arrocampo, y algún que otro calamón que se le intuye, un martinete vuela rápidamente y se esconde. Esto es lo que tiene la naturaleza cuando la observas pacientemente.Si quieres ver mi anterior visita a Monfragüe, pincha aquí.
Roquero solitario
Carbonero común
Buitre negro y leonado
Chochín
cigüeña negra
buitre negro
alimoche
se pelearon Aguíla imperial ibérica y buitre leonado
Aguila imperial ibérica
Aguila culebrera
dehesa
el Tíetar
cigüeña negra
dehesa
cigüeña en la dehesa
Águila imperial ibérica