Monkey bread o en español "pan de mono", también conocido como African coffee cake (Tarta para el café africana), Golden crown (corona dorada) por la forma del molde en ocasiones redondo con un agujero en medio (el típico molde bizcochero), Bubbleloaf (Pan burbuja) o también conocido y este nombre me encanta Pinch-me cake (Pellízcame el pastel) pues la tradición dice que hay que tomarlo con las manos, dándole un buen pellizco para obtener una porción, pues no requiere cuchillo para cortarlo y servirlo. Un pan en origen con base de harina de trigo, levadura, leche y mantequilla, además de otros ingredientes que se añaden según el gusto, dejando levar la masa y luego amasando de nuevo y formando pequeñas bolitas, las cuales se pasan por mantequilla derretida y se colocan en el molde elegido bien juntos para finalizar con un horneado.
Esta especie de pan dulce o pastel nació en los Estados Unidos y se toma para desayunar siempre acompañado de mermelada, mantequilla o conservas dulces. Sobre el siglo XIX se hizo muy popular con la proliferación de moldes para hornear, pero no se popularizó hasta el 1940 en el sur de California debido al racionamiento de alimentos en la Segunda Guerra Mundial, comenzando a aparecer en revistas femeninas donde animaban a las lectoras a prepararlo en casa. Incluso en la actualidad es complicado encontrarlo en comercios; digamos es más bien una receta hogareña. Añadido de azúcar para el rebozado se hizo muchos años después, ya que era un ingrediente que pocos se podían permitir debido a la crisis de la guerra. No fue hasta finales de la década de los 70 donde se incorporó a la receta el azúcar blanco o moreno, canela molida y en ocasiones frutos secos picados para rebozar las bolitas de masa.
Realmente no se sabe el origen del nombre tan curioso que tiene, aunque según teorías, este pan es típico amasarlo y formar bolitas entre varias personas a modo de fraternidad, cuando se juntan en casa familiares o vecinos a pasar una tarde amena; recordando el comportamiento de un grupo de monos buscando alimentos en la selva.
En Norteamérica suele prepararse la tarde anterior, para así terminarlo con un golpe de horno a la mañana siguiente y disfrutarlo bien caliente recién hecho, siempre acompañado de café, té o un vaso de leche.
Sea como fuese, el Monkey bread es un postre que no debe faltar en cualquier cuadernillo de recetas decente y cada cual lo personalice a su gusto. Tomad buena nota!!
Ingredientes:
Para la masa:
300 grs. de harina de fuerza
150 ml. de leche templada
1 huevo ecológico, mediano
2 cuch. grandes de miel
60 grs. de mantequilla, a temperatura ambiente
15 grs. de levadura fresca o 5 grs. de levadura seca
Un pellizco de sal marina
Para rebozar:
Mantequilla derretida
Azúcar blanco
Canela molida
Elaboración:
Para comenzar disolvemos en un vaso o taza la levadura en la leche templada y dejar a un lado reservado (la leche debe de estar a la misma temperatura de nuestro cuerpo, así que podéis meter la yema del dedo para comprobar que esté bien, sino tenéis termómetro de cocina).
En un bol grande echamos la harina junto con la sal y con nuestra mano o con una cuchara grande, hacemos en el centro un hueco como si fuese un volcán, donde echaremos la miel, la mantequilla y vertemos suavemente la leche con la levadura. Ahora iremos mezclando con movimientos circulares desde el centro hacia fuera para mezclar los ingredientes (vuelvo a deciros, bien con vuestra mano o con una cuchara, como os resulte más fácil). Cuando nos cueste trabajo remover y se haya formado una masa pegajosa, es momento de ponernos serios y sacar a la encimera enharinada, comenzando a dar un buen amasado durante unos 20 min. (ya os enseñé como se hace en la receta de pan casero). Una vez tengamos lista la masa, se devuelve al bol ligeramente enharinado, tapar con un paño húmedo y dejaremos levar 1 h. y media aprox. en un lugar templado de la cocina lejos de corrientes de aire.
Pasado el tiempo, volvemos a sacar la masa del bol y le damos otro amasado, esta vez con unos 10 min. será suficiente, es simplemente para quitar las burbujas de aire del interior. A continuación engrasamos con mantequilla un molde elegido (he utilizado un molde de cerámica apto para horno de 22 cm. de diámetro, pero podéis usar una bandeja redonda, un molde de aluminio, cerámica... etc, lo que tengáis a mano). La masa la cortaremos en porciones del tamaño de pelotas de ping pong o de golf con ayuda de una rasqueta de panadero o un cuchillo afilado y formar bolitas mismamente dicho. Ahora, disponer de dos cuencos, en uno pondremos una porción de mantequilla derretida y en otro un poco de azúcar blanco con un pellizco de canela molida y pintar cada bolita con mantequilla y las pasaremos por azúcar y canela e ir colocándolas en el molde unas junto a otras hasta terminar (nos quedará una especie de panal de burbujas) y dejarlo levar de nuevo otra hora aprox. para que la levadura actúe. Un buen método sería meterlo en el horno apagado pero puesto a 50º C (temperatura mínima), esto hará la función de fermentadora casera y ayudará a que vuestro Monkey bread suba rápido y uniforme.
Cuando queden aprox. 10 min. para que finalice el segundo tiempo de levado de la masa, sacamos la bandeja del horno y lo precalentamos a 180º C. Luego hornear unos 25 min. o hasta ver que la superficie está ligeramente dorada.
Sacamos y dejamos enfriar antes de desmoldar y a comer!! Y no se os olvide que la tradición manda pellizcar la masa, nada de usar cuchillos ni paleta de repostería...