[7/10] Sin duda, el universo de Wes Anderson es tan particular e imaginativo como rico y sugerente. En “Moonrise kingdom” nos lleva a una isla de la ficticia costa de Nueva Inglaterra para contarnos una historia de amor infantil, a la vez que retrata con sarcasmo un mundo adulto desencantado que dista mucho de ser acogedor. Sam y Suzy tienen doce años y se conocieron en una representación de teatro escolar… para surgir entre ellos un flechazo que les lleva a fugarse juntos y prometerse amor eterno. En el campamento de boy scouts de Sam y en casa de Suzy estalla pronto la alarma, y se inicia una frenética búsqueda que dejará ver la triste realidad de unas vidas sin amor, por lo que es urgente encontrarlo… aunque sea exponiéndose a todos los peligros de la selva.
Wes Anderson está abonado al cuento y a la fantasía, al estilizamiento visual y a la hilaridad más desconcertante. Lo suyo es dar rienda suelta a una poderosa imaginación a través de un humor surrealista y de una estética retro, con un estilo tan visual como deslumbrante. Para disfrutar de su cine hay que dejar de lado cualquier tipo de realismo, aceptar el carácter didáctico y naïf de sus historias, y entrar a sus películas dispuestos a ser transportados a un imaginario extraño que le convierte en una rara avis entre los directores. En “Moonrise kingdom”, de nuevo está presente la necesidad de la familia y del afecto paterno, la autenticidad del niño frente a la simple corrección de sus mayores, y la fuerza del amor que es capaz de superar tormentas e incendios para terminar imponiéndose de la manera más natural.
Anderson se preocupa de recalcar el carácter de orfandad de Sam y la distancia respecto a sus padres adoptivos, lo mismo que el desencanto de Suzy ante una familia rota pese a las apariencias. Por eso, parece como si quisiera hacer madurar con urgencia a estos dos niños, cuyo comportamiento es a veces más sensato y maduro que el de los adultos, retratados de forma paródica en su irresponsabilidad e impiedad. Una singular familia de adopción y otra no más ejemplar, unos Servicios Sociales patéticos y cómicos, y unos jefes de campamentos que juegan a ser mayores… son todos individuos tristes e inadaptados, incapaces de mirar por los prismáticos mágicos de Suzy o de regalar unos pendientes naturales. Ambos se ponen en camino en lo que será un viaje de iniciación… a la búsqueda de algo que anhelan en su corazón pero que no encuentran en sus casas.
Como en la clase de música con que se inicia y cierra la película, Sam y Suzy se imponen la tarea de encontrar la armonía entre todas las familias de instrumentos… misión más bonita y decisiva que la que emprenden los mayores, expertos en un mundo reglamentado pero sin vida. Sin embargo, Anderson trata estas cuestiones de manera liviana, que no superficial, y a ratos emocionante y entrañable. Su cine no es pesado ni pretencioso o autocomplaciente, sino que respira un aire puro e inocente, con personajes dulces en su infortunio y una puesta en escena artificiosa, acartonada y pictórica. Colores saturados y ausencia de profundidad de campo, movimientos ostensibles de cámara y una planificación arriesgada que no elude la partición de la pantalla, imágenes ligeramente deformadas y un mundo de contradicciones y absurdos (por ejemplo, durante la boda o en la capilla), con una ágil narrativa que echa mano del montaje seco y sin transiciones, y con estampas caricaturescas que tienen su contrapunto en una música clásica y en un narrador-guía tan externo como retórico.
Anderson demuestra un humor a prueba de bomba y sensibilidad en los temas de fondo, con un poderío creativo y visual que va parejo a su preocupación por la familia y la búsqueda de la felicidad. No hay concesiones al sentimentalismo ni solemnidad alguna… aunque sí mucha extravagancia y bastante melancolía y desamparo, mientras que todo está impregnado de sentido humanista, incluido el retrato caricaturizado de los adultos. Entretenida y original película, con personajes excéntricos y una comicidad muy particular, en una aventura que busca el equilibrio emocional de dos niños que necesitaban algo que los mayores no les podían dar.
Calificación: 7/10
&En las imágenes: Fotogramas de la película “Moonrise kingdom”, película distribuida en España por Alta Classics © 2012 American Empirical Pictures, Indian Paintbrush, Moonrise y Scott Rudin Productions. Todos los derechos reservados.
Publicado el 19 junio, 2012 | Categoría: 7/10, Año 2012, Comedia, Críticas, Drama, USA independiente
Etiquetas: amor, familia, infancia, Moonrise kingdom, Wes Anderson