Revista América Latina
Electorado peruano opina que ha llegado el momento de frenar las alianzas: “autoridades ladronas - empresarios corruptos” a través de la ejecución de obras de mala calidadPara el vecino de a pie – lo registrado en el país con Odebrecht, no hace otra cosa que revelar la aparente descomposición moral que hay en algunas autoridades elegidas (desde locales hasta de altos niveles políticos).“La corrupción es un robo sin pistola, pero igualmente ruin y reprobable. Y adquiere mayor carácter delictivo, si cabe, cuando el robo se produce en un país en el que hay aún tanta pobreza y desigualdad como el Perú” – se comenta en la calle a menos de un año de las elecciones municipales y regionales.Propios y extraños coincidieron en señalar que estas nuevas elecciones, se debe elegir a personas que hayan transcendido por su vida moral. “Debemos de impedir el ingreso de la corrupción que solo quiere meter la mano, a escondidas, en el bolsillo del Estado, en la plata de todos los peruanos”, continuaron diciendo.Otros opinaron que ha llegado el momento de frenar las alianzas: “autoridades ladronas - empresarios corruptos” a través de la ejecución de obras de mala calidad.Acotaron que en manos de todos los peruanos, esta detener los robos a través de adquisiciones y contracciones que hace el Estado y en donde se evidencia una débil apertura de los concursos públicos, baja competencia y transparencia y, sobrevaloraciones en los proyectos de inversión a través de incuestionables deficiencias relacionadas con la elaboración de perfiles y expedientes técnicos, sumado a la presencia de costos adicionales innecesarios.