Revista Deportes
Diez años después regresaban hoy los festejos taurinos de la Feria Real prieguense a Las Canteras, tras la remodelación a la que ha sido sometido el centenario coso, y lo hicieron con una lluvia de trofeos, diez orejas en total, gracias a la excesiva benevolencia de una presidencia demasiado generosa para lo visto sobre el ruedo, en una tarde en la que José Luis Moreno y Juan Bautista firmaron los mejores pasajes de la tarde.
Ambos se repartieron los mejores ejemplares de un encierro de Jaralta anovillado, feo de hechuras y escurrido de kilos, aprovechando a la perfección la nobleza de unos animales que, en general siguieron con codicia los engaños, de manera especial los lidiados en tercer y sexto lugar.
Así, Moreno dejó detalles de su particular concepción del toreo en su primero, un noblote ejemplar con un tranquito muy bueno, al que en tandas muy largas, una de ellas con más de nueve pases, enjaretó con gusto por el pitón derecho varias series de muletazos de largo viaje y temple, rematadas con adornos muy toreros. Aunque sería en el segundo de su lote, quinto de lidia ordinaria, donde el rubio matador de Dos Torres paró las manecillas del reloj, en las cinco tandas con la diestra que instrumentó, perdiendo con los aceros lo que podrían haber sido dos orejas de ley. Bien Moreno en su décimo primer paseíllo en Las Canteras y el tercero de la temporada, en una tarde en la que volvió a reivindicar un sitio que, por justicia, se merece, aunque desgraciadamente el número de contratos digan todo lo contrario.
Por su parte, el francés Juan Bautista, que entró por la vía de la sustitución en lugar de Daniel Luque, ausente "por lesión" según la empresa, dejó igualmente una gratísima impresión en sus dos toros, en dos faenas muy técnicas, cargadas de temple y a las que únicamente les faltó una mayor conexión con los tendidos. A reseñar la faena de muleta a su primero, con cambios de mano, invertidos y unas espaldinas ceñidísimas completadas con unos adornos que redondearon una gran actuación, que se vio emborronada con el bajonazo con el que finiquitó a su oponente, pese a lo cual la presidencia concedió al matador galo las dos orejas. En el séptimo de la tarde, otra demostración de técnica sin parangón, aunque en esta ocasión con menor intensidad y claridad de ideas que en su primero.
Completaron el cartel el rejoneador Fermín Bohórquez, que ante dos astados de su hierro estuvo correcto, sin más, destacando en los pares a dos manos y en las banderillas cortas, mientras que el matador de toros local, Curro Jiménez, se las vio con los dos garbanzos negros del encierro, mostrándose voluntarioso en su primero, en el tras un inicio de faena esperanzador, agobió en las cercanías a su oponente que pedía a gritos más distancia y mayores tiempos muertos entre tanda y tanda. Aún así, fiel a su estilo, Jiménez, lo dio todo recibiendo como premio unas más que generosas orejas. En el que cerraba plaza, con peores condiciones aún que su primero, volvió a intentarlo, con más corazón que cabeza y recurriendo a rodillazos y adornos continuos, siendo nuevamente premiada su entrega con una oreja, lo que le valió para salir a hombros en compañía de sus tres compañeros de cartel y el mayoral de Jaralta en esta exitosa tarde en la que una tormenta, de trofeos, descargó sobre Las Canteras.
FICHA DEL FESTEJO:
Ganado: dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, bien presentados y colaboradores, y seis de Jaralta, anovillados y escurridos de kilos pero nobles en general, a excepción de los lidiados en cuarto y octavo lugar.
Fermín Bohórquez: pinchazo, rejonazo y descabello (una oreja); y pinchazo y metisaca (una oreja)
José Luis Moreno: estocada tendida (dos orejas); y pinchazo y estocada (una oreja).
Juan Bautista: bajonazo recibiendo (dos orejas), y tres pinchazos, estocada caída y un descabello (saludos desde el tercio tras un aviso).
Curro Jiménez: estocada caída (dos orejas); y estocada casi entera (una oreja con petición de la segunda).
Plaza: Las Canteras (Priego). Media entrada en tarde agradable. En los prolegómenos se entregó por parte de los empleados de la plaza un reconocimiento a José María Serrano, asesor del palco presidencial durante medio siglo. El tiro de mulillas, perteneciente a la Yeguada La Salina, se estrenó.