En la fotografía podéis ver a Aaron Sweeney, un niño que sufre el denominado Síndrome de Muerte Súbita o síndrome de QT Largo, se trata de una complicación de carácter estructural en los canales de potasio y sodio del corazón, algo que predispone a quien la padece a sufrir taquicardia, pérdida de conciencia, o como en este caso, parada cardíaca y muerte. Aaron podría haber muerto hace mucho tiempo, de hecho, ha llegado a “morir cinco veces al año“, en realidad han sido paradas cardíacas que le podían conducir a la muerte, pero por fortuna su madre siempre ha estado a su lado para poder reanimar el corazón utilizando un desfibrilador portátil.
El pequeño sólo tiene tres años y cuenta con la vitalidad que caracteriza a un niño de su edad. Los especialistas han recomendado a la madre que el niño no haga esfuerzos, que no corra, pero esto es algo complicado, Aaron disfruta de la vida, corre, salta y hace todo lo que hace un niño de su edad. Podemos imaginar la constante vigilia de la madre y los familiares, para poder estar presentes si el pequeño sufre un colapso y reanimarlo. Decir que el niño ha llegado a morir cinco veces al año no es del todo correcto y más sabiendo que la muerte es un proceso terminal. El pequeño sufre el síndrome de QT Largo y por ello sufre paradas cardíacas, el desfibrilador es el único remedio y por el momento su salvación.
Al parecer, sufrió la primera parada cardíaca mientras veía la televisión en su casa, los especialistas médicos lograron que el corazón volviera a latir y se consiguió una recuperación completa, pero no diagnosticaron la enfermedad que padecía. En el mes de marzo del año pasado volvió a tener el mismo problema, y de nuevo el pasado mes de diciembre, fue entonces cuando los médicos detectaron que sufre el síndrome de QT Largo. Conociendo la causa del problema y sus consecuencias es más fácil actuar, la madre confiesa que la primera vez que el niño sufrió el colapso, no supo qué hacer y pasó momentos muy angustiosos.
Evidentemente ahora también los pasa, pero tiene una herramienta fundamental e indispensable a mano para poder ayudar y reanimar al pequeño, un desfibrilador portátil. Por otro lado, también se ha implantado un dispositivo de control en el pecho del niño, que permite detectar el momento en el que el corazón empieza a fallar, una fase previa en la que aparece la arritmia. La solución pasa por el quirófano, un pequeño desfibrilador será colocado bajo su piel, éste se activará cada vez que el corazón de Aaron falle controlando la enfermedad. Podéis conocer más detalles del caso de este niño a través del artículo publicado en Daily Mail.
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Morir cinco veces al año