Publicado por valedeoro en 29/04/2011 bajo minimalismo | 3 Comentarios por leer
El problema de la edad no es solo que el cuerpo pierda sus fuerzas y que muchos puedan vivir viendo como los amigos y colegas se mueren poco a poco, lo más difícil es aceptar que tarde o temprano tú también morirás, y conforme avanza la edad, esta probabilidad es cada vez más alta.
¿Por qué le temes a la muerte?
Nuestra cultura ha hecho de la muerte un gran tabú. Casi no se habla de ello. Paradójicamente esto no tiene como efecto que nosotros muramos más tranquilos porque nunca nos preocupamos por ello, sino que a la hora de la muerte la mayoría de las personas lamenta alguna cosa que quería haber hecho pero que por alguna razón no tuvo el valor de hacer. Así que la muerte no da miedo por lo que puede pasar después, sino por las oportunidades perdidas.
Los estoicos romanos y griegos tenían tendencia a morir en circunstancias desafortunadas. Séneca y otros filósofos fueron condenados a muerte por su activismo político. Eso no significa que ellos anhelaran la muerte porque sí, sino que querían aprovechar al máximo la vida y dejar un legado. Dice Musonio “Es mejor morir con distinción que vivir mucho”. Los estoicos no querían morir pronto, pero tampoco permitían que el miedo a la muerte fuera un impedimento para hacer lo correcto.
La medicina moderna y la muerte digna
Muchas personas temen a la muerte porque temen al dolor. Aferrándose a la medicina moderna intentan prolongar su vida al máximo para evitar el dolor que imaginan que les producirá la muerte. Al contrario de ellos, algunos estoicos decidieron acelerar su propia muerte para asegurarse que fuera digna: Marco Aurelio dejó de comer cuando enfermó gravemente, Musonio cometió suicidio. Pero no lo hicieron porque estuvieran cansados de la vida o porque estuvieran hastiados de ella, sino para tener una muerte digna en vez de morir lentamente y provocando que sufrieran innecesariamente sus seres queridos. Imagino que serían partidarios de desconectar las máquinas del hospital para poder morir de forma digna.
Lo que un(a) minimalista puede aprender de los estoicos
Hoy en día los riesgos de vivir una muerte violenta por nuestras convicciones es relativamente baja (por lo menos en la mayoría de los países de habla hispana). Así mismo es importante recordar de vez en cuando que cada uno de nosotros va morir algún día. Y es ahora cuando podemos marcar una diferencia. Aprovecha este día para cambiar el mundo para mejor. Nunca sabes cuándo será el último.
¿Si enfermases gravemente, hasta que punto querrías aferrarte a la vida?
¿Y cuál te gustaría que fuese tu legado?
Inspirado en capítulo 18 de: “A guide to the good life”, Irvine (2009).
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Imagen: juglar del zipa / flickr