Este comentario lo voy a dedicar a unos de los problemas mas importante que he ido abordando durante la temporada, cuando llegaba la recolección de las frutas de mis árboles. No hice ninguna referencia en los comentarios realizado sobre cada uno de ellas, por que quería dedicar uno especifico a este importante problema, para explicar como he ido abordando de manera ecológica, la lucha contra esta peligrosa plaga, cuando llega la maduración de la inmensa mayoría de las frutas. Se trata de La mosca de la fruta, cuyo nombre científico es Ceratitis Capitata, es una mosca de tamaño pequeño, mas aún que la mosca doméstica, que produce un daño directo sobre las frutas. En la siguiente imagen, se puede observar una de ella capturada en un mosquero en mi huerto. (si se pica un par de veces sobre la foto, podrás observarla mejor). Las que realmente hacen el daño, son las hembras, que pican y deposita sus huevos bajo la epidermis de la fruta, cuando éste está en suficiente estado de madurez, colocando en su interior 6 o 7 huevos, en donde se desarrollan sus larvas, alimentandose de la pulpa. Esto origina que la fruta comience poco a poco un proceso de descomposición llegando a hasta su pudrición. Cayendo finalmente al suelo, llegando a su total descomposición. Una vez que la larva termina de alimentarse, deja la fruta y se entierra en el suelo para formar un capullo llamado pupa, de donde emergen los adultos de la nueva generación. Estas, si las condiciones meteorológicas son adecuadas, pueden sucederse hasta siete generaciones dentro del mismo año.
Por lo cual, estas frutas que están afectadas, se deben de eliminar. Para ello, lo ideal es cavar un hoyo profundo en el suelo, (unos 50 cm. aprox.) enterrando en él, todas las frutas que estén afectadas.
Para luchar contra esta plaga, he utilizado la colocación de mosqueros, en cuyo interior he colocado un abono denominado Fosfato amónico, que actúa muy bien como atrayente de este tipo de mosca, mayoritariamente de hembras. La dosis empleada ha sido del 4% disuelto en agua. Los mosqueros que utilizo son de dos tipos, de fabricación casera, hechos de botellas de plásticos transparente (PET). Se cortan por la parte superior, invirtiéndole esa parte donde esta la boca de la botella y se mete en la otra de parte, formándose un embudo que hace que cuando la mosca entre en su interior, ya no pueda salir de ahí. Dentro se deposita el liquido atrayente. A continuación se cuelga en los arboles, a una altura entre los 1.5 y 1.8 metros. El olor que desprende el liquido atrayente, hace que la mosca entre por el cuello invertido de la botella hacia el interior, quedando atrapada y siendo imposible salir, por lo que finalmente, muere ahogada en el liquido. Tengo otro tipo de mosqueros de fabricación comercial que tengo comprados desde hace unos años, intercalando su colocación de una y otra clase en los arboles.
Básicamente su funcionamiento es parecido a explicado en el método casero, solo que en este caso, el efecto "embudo" esta invertido, quedando el agujero en la parte inferior. Las mosca cuando entran por la parte inferior atraída por el olor, quedan atrapada dentro, hasta que caen el el liquido, muriendo. La colocación de los mosqueros debe comenzar por lo menos en marzo o abril en frutales tempranos, conviniendo mantenerlos mientras exista fruta en los árboles. Su colocación idónea es orientada hacia la zona del árbol que recibe la luz solar. Indicar que este método, como habéis podido comprobar, no consigue la eliminación total de la plaga, por lo que es inevitable que haya frutas afectadas. Cuestión que particularmente no me preocupa, ya que prefiero eso, a tener mojar las frutas con insecticidas químico. Con todo lo que he comentado, esperando que pueda servir de orientación a todos los que tengan arboles frutales para luchar contra esta peligrosa plaga. Por lo que doy por terminado este importante temas que afecta a la inmensa mayoría de las frutas. Un saludo cordial. Antonio