Mosley aun defiende el limite presupuestario

Max Mosley ha defendido públicamente la implantación de un límite presupuestario en la Fórmula 1 como medida para reducir las inversiones monetarias de las escuderías que conforman la parrilla, y es que el mandatario británico asegura que tal restricción permitiría una menor diferencia de prestaciones entre los equipos punteros y los más modestos.
El debate en torno a la posibilidad de que la FIA establezca un techo de gasto a partir de la próxima temporada continúa generando numerosas reacciones por parte de algunas personalidades conocedoras de las desavenencias financieras existentes en categoría que se han desarrollado a lo largo de las últimas temporadas.
En este sentido, lo cierto es que la Fórmula 1 es un mero testigo de la relevancia del dinero en las diferentes actuaciones de los monoplazas sobre la pista, donde las escuderías con mayores capacidades de desarrollo imponen una supremacía absoluta frente a otras entidades cuya delicada situación económica hace peligrar su continuidad en el deporte.
Por el momento, los seis equipos pertenecientes al Grupo de Estrategia se negaron a acordar un límite en sus posibilidades de gasto a partir de 2015, un panorama que ha generado un profundo descontento en la planificación financiera de las escuderías más modestas como Caterham o Marussia de cara al futuro.
El límite de gasto permite demostrar que no se podrá ver la diferencia entre un equipo de 50 millones de libras y otro de 500
La posibilidad de aplicar una reducción significativa a los gastos de la Fórmula 1 supone un aspecto de histórica trascendencia en la categoría desde que Max Mosley aplicara medidas favorables al control presupuestario de los equipos durante su etapa como presidente de la FIA.
No obstante, lo cierto es que los esfuerzos de Mosley de frenar los excesos financieros de la parrilla a través de modificaciones en el reglamento no impidieron que el Gran Circo alcanzara posteriormente una situación marcada por las profundas desigualdades . Frente a ello, el británico reconoce haber errado a la hora de idear la aplicación de tal medida, y sugiere la implantación de un límite de gasto en la parrilla actual.
“Al final, soy tan culpable como cualquiera, porque desde el 2000 me centré en el reglamento. La teoría era; si lo hacemos bien con el reglamento, podemos bajar los costes. Creímos que eso no era verdad. Por ejemplo, intentamos reducir la libertad para los fabricantes de motores, pero no hizo ninguna diferencia en el desembolso. Nuestro éxito fue simplemente reducir los caballos de potencia obtenidos por cada millón de dólares gastados. Eso es todo. Entonces, siguiendo una secuencia lógica, congelamos los motores”, ha destacado el británico en unas declaraciones a Autosport.
A raíz de la explicación de los errores en materia de regulación financiera, Mosley subraya el poder de las escuderías de encontrar lagunas en el reglamento que permitan la inversión de grandes cantidades financieras para mejorar su rendimiento, una situación únicamente resoluble con un techo financiero.
“¿Qué hicieron los fabricantes de motores? Gastaron fortunas en la investigación hacia el exterior. Y creo que encontraron 30 caballos de potencia. Es fascinante cuando miran a algo que a nadie le importa. Finalmente, me di cuenta de que no importaba lo que hacíamos con el reglamento. Demostramos que no se pueden controlar los costes a través del reglamento. Teníamos que adaptar un techo de gasto”, ha manifestado.
Así, el británico ha asegurado que el techo presupuestario supondría la generación de una Fórmula 1 más competitiva entre los equipos grandes y los pequeños a raíz de una mayor flexibilidad técnica entre los parámetros presupuestarios estipulados por la Federación.
“¿Por qué no permitir a un equipo de Fórmula 1, el cual está preparado para operar dentro de un presupuesto muy pequeño, tener una mayor libertad técnica para ponerse cerca de un segundo de los líderes?. Para mí, eso es lógico. Permite demostrar que alguien que se sienta en las gradas no podrá ver la diferencia entre un equipo de 50 millones de libras y otro de 500 millones de libras”, reflexiona.