Una de nosotras tiene tres macetas de jazmines en su terraza, aunque tan solo de una de ellas nace la codiciada flor. Y decimos codiciada porque nos ha costado años conseguir que esta planta florezca en nuestro hogar, aunque aparentemente no sea complicada de mantener... Lo importante es que, desde hace dos años, se pone a echar flores con generosidad y alegría, lo que hace que sus dueños se pasen los días mirando y remirando lo bonita que está. Primero nacen los brotes...
que más tarde se abrirán, dejando ver sus pimpollos...,
..., blancos, delicados y con un intenso aroma. Desde que comienzan a florecer y, sobre todo por la noche, sustituimos cualquier otra fragancia del hogar por la de los jazmines...,
..., que vamos distribuyendo por toda la casa: la entrada, el salón...,
... y, sobre todo, los dormitorios, donde resultan un eficaz repelente antimosquitos, ya que a una de nosotras se la comen viva, mientras duerme, si no pone remedio. ¡Podemos asegurar que cumplen con su cometido a la perfección!
Por eso mismo, esta planta, durante el verano, se convierte en nuestra inseparable aliada. Mientras decoramos con ella y con todos los cacharritos que, para tal fin, vamos adquiriendo... ¿Tenéis algún jazmín en casa?