¡Buenos días a todos! Una vez más, siendo lunes, toca ponerse manos a la obra con nuestras obligaciones, pero también a continuar hablando de novedades y anuncios de interés para los seguidores del mundo de la tecnología, lo cual siempre puede considerarse una buena noticia. Comienzo con mi primer artículo de este lunes, en el que me he planteado retomar un producto sobre el que ya os hablé en su momento, aunque, por el momento, todo eran filtraciones y especulaciones. Para más señas, se trata de un smartphone con sistema operativo móvil Android.
Que un producto sea objeto de muchas especulaciones y de supuestas filtraciones, es un arma de doble filo. El motivo es que a su alrededor se generan muchas expectativas y mucha curiosidad. Si el resultado es el esperado, entonces todos contentos, pero, si no, entonces el fiasco puede ser más grande de lo que lo hubiera sido de no tener tan revolucionado al sector. El caso del smartphone sobre el que os voy a hablar hoy, es un claro ejemplo de esto mismo, y, lamentablemente, me parece que es de los que le ha pasado factura tanta expectación, pero para mal. Os dejo con toda la información al respecto.
La noticia es que al fin se ha presentado oficialmente el Motorola Moto X, un smartphone con el que la compañía Motorola vuelve al ruedo para competir por una cuota de mercado, apostando, ahora sí, en serio, por el s.o móvil de Google. Tras el revuelo causado por filtraciones de alguna que otra característica, especulaciones al respecto, e incluso la imagen de un directivo de la compañía luciendo un prototipo, por fin queda resuelto todo el misterio. Si tenéis curiosidad por conocer el resultado, no tenéis más que continuar leyendo sobre este terminal.
Muy resumidamente, puede decirse que el Motorola Moto X ha resultado ser una pequeña decepción en cuanto al hardware al menos, y es que no está a la altura de las características de los buques insignia de compañías como Samsung o Sony. Por prestaciones técnicas, podría quedar situado más bien en una discreta gama media – alta. Tan sólo destacan de su hardware la pantalla Super AMOLED de 4.7 pulgadas Magic Glass con una gran resistencia, y el potente chipset X8 desarrollado por la propia Motorola, que integra dos sensores exclusivos destinados a hacer que el terminal sea más inteligente, entendiendo el contexto y el lenguaje mejor para actuar en consecuencia.
Os estaréis preguntando por qué estoy hablando del Motorola Moto X si tan decepcionante ha resultado ser. Pues bien, la primera razón, es por rigor informativo, y, la segunda razón, porque también creo que tiene sus aciertos (a parte del chipset citado y la pantalla). Para mi, hay dos puntos a destacar en el Motorola Moto X. El primero de ellos sería la alta capacidad de personalización a través de MotoMaker. Se puede elegir grabar una frase personalizada, el color, e incluso el material. la filosofía es el obtener un smartphone único para cada persona.
En cuanto al segundo factor, se trata de la escasa capa de personalización que Motorola ha introducido en el Android de Motorola Moto X. Gracias a ello, todo va muy fluido en relación con los recursos de hardware, y, además, ante próximas versiones del s.o de Google, seguro que podrán hacer una adaptación más rápida que la competencia, salvo claro está, los casos de versión pura de stock.