El primer destino de nuestro viaje por el noroeste fue el Parque Nacional del Monte Rainier en el estado de Washington; a unos 140 km de Seattle.
El parque dispone de varias entradas; nosotros accedimos por la del noreste, llamada White River Entrance. Para acceder hay que pagar 20$ por vehículo o 10$ si se entra andando o en bicicleta. Nosotros aprovechamos para comprar allí el pase anual de parques que sale más rentable si se pretende visitar muchos parques, como era nuestro caso, ya que por 80$ te da acceso a todos los parques nacionales de EEUU.
El día comenzaba frío y lluvioso y las nubes nos impedían la visión del monte Rainier que da nombre al parque.
Se trata de un volcán de 4392 metros de altura que destaca especialmente ya que todas las montañas que le rodean (cordillera Cascades) son mucho más bajas.
Desde la entrada tomamos rumbo a
Sunrise visitor center. Es importante tener en cuenta que este camino solo está abierto desde julio hasta principios de octubre. El ascenso por esta carretera nos va ofreciendo hermosas vistas de los bosques y las montañas que nos rodean.
Por el camino paramos numerosas veces para sacar fotos y disfrutar de las vistas y cuando al fin llegamos al centro de visitantes, sobre el medio día, ha comenzado a despejar y conseguimos admirar la cima del Rainier con sus nieves perpetuas.
Desde el aparcamiento también se puede disfrutar de una panorámica del valle.
El centro de visitantes de Sunrise está a 1950 metros de altitud; es el punto más elevado al que se puede acceder con un vehículo. Es un edificio rústico de madera acorde con el entorno y situado al pie del gran volcán.
El edificio está habilitado con una pequeña cafetería donde tomar un refrigerio, como un trozo de pizza, un perrito cliente o una ensalada, así que aprovechamos para comer algo y después continuamos por la parte divulgativa del centro.
Por supuesto, como en todos los parques nacionales de EEUU, también está el mostrador donde los guardabosques te informan de las posibles excursiones, rutas, etc.Nosotros decidimos emprender nuestro primer paseo del día, haciendo el Sunrise Natural Trail. Un sendero circular de 2'5 km. Hay muchas más posibilidades pero escogimos este trayecto corto porque aunque lucía el sol la temperatura era bastante fría (10°C a la sombra)
El recorrido pasa por una zona de cumbre que permite apreciar el paisaje a ambos lados.
De nuevo en el coche nos dirigimos hacia la entrada sur, Steven Canyon Entrance y de allí, por la carretera que lleva al centro de visitantes Henry M. Jackson. Para nosotros las carreteras de montaña son otra forma más de disfrutar del entorno y esta nos ofrece hermosas panorámicas durante todo el trayecto.
A la altura de Reflection Lakes nos detenemos para contemplar el lago.
Y como el final del día se va echando encima decidimos regresar; aquí no existe la posibilidad de tomar carreteras alternativas para no volver a repetir el camino. Vamos hasta la carretera del parque que accede por el este (Mather Memorial parkway) que nos lleva hasta Yakima, nuestro destino para pernoctar. Antes de salir del parque, muy cerca de la salida, paramos en nuestro siguiente objetivo, Tipsoo Lake, para realizar nuestro segundo paseo. Aunque hemos descendido bastante, los neveros siguen presentes por todas partes.
Desde el lago también debería haber hermosas vistas del Rainier, pero nosotros no pudimos contemplarlas pues las nubes habían vuelto a cubrirlo por completo.
A pesar de todo la excursión rodeando el lago mereció la pena por la belleza del entorno.