"Para que triunfe el mal, sólo es necesario
que los buenos no hagan nada."E. Burke
Denis fue soldado del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, libró muchas batallas y supo evitar a la muerte en numerosas ocasiones, pero finalmente cayó preso del ejército alemán iniciándose así el capítulo de su vida más duro. Y es que las prisiones nazis donde se recluían a los prisioneros de guerra no eran precisamente estandartes del convenio de Ginebra, se utilizaban como mano de obra en fábricas, obras... y aquí es donde Denis conoció a personas que estaban en aún peores condiciones que él. En la fábrica donde realizaba sus trabajos forzados también "trabajaban" (o más bien morían) prisioneros judíos de un campo de concentración llamado Auschwitz. La manera en la que describe la situación de estas personas (la descripción física, su expresión en el rostro, sus vestimentas...) es tan real que asusta, pero incluso con esa tarjeta de visita tan horrible el protagonista tomó una decisión (que da título al libro), difícil de creer pero comprensible si conocemos la condición humana de Denis.El soldado protagonista consiguió salir de la guerra gracias a una buena acción por la que fue destinado a un lugar lejos de la primera línea de fuego y con todo tipo de comodidades (siempre relativas al marco de una guerra), pero no saber qué estaba ocurriendo con sus compañeros hizo que voluntariamente abandonara su destino y volviera a la acción más peligrosa, es decir, el hecho de no saber si sus amigos estaban vivos o muertos fue suficiente motivación para arriesgar su propia vida. Conociendo el currículo podremos entender que buscara la forma de infiltrarse en el campo de concentración con tal de ver con sus propios ojos lo que estaba ocurriendo en ese lugar para luego poder denunciarlo usando su propio testimonio como prueba irrefutable. Para ello intercambió su uniforme por el de un judío llamado Hans, en ese lugar un uniforme del ejército británico era la llave para unas condiciones bastante mejores que las que otorgaba el pijama a rayas que se enfundó Denis. Esta temeridad le llevó a vivir, en más de una ocasión, los horrores de un campo de concentración nazi de primera mano pero otra vez salió con vida e incluso logró volver a su hogar.
Denis Avey
Quizás atormentado de por vida, ha logrado hacer llegar su testimonio a todo el mundo con la ayuda de un periodista (Rod Broomby) que gracias a su investigación ayudó a Denis a saber la suerte que tuvieron muchas personas que conoció en su periplo y todos nosotros conociéramos el sacrificio que realizó una persona con tal de que aquel horror no quedara oculto. El libro va acompañado de una selección de fotografías privadas del autor, no hieren sensibilidades, se pueden ver sin problemas. "El hombre que quiso entrar en Auschwitz" (Editorial Temas de Hoy) no es un libro basado en hechos reales, sino que estamos ante los hechos directamente contados por el protagonista, y como es habitual la realidad es capaz de superar a la ficción. Inmersos en la lectura se puede olvidar que nos están contando situaciones que realmente le ocurrieron a una persona y cuando recapacitemos sobre lo que hemos leído nos percataremos de lo terrorífico que son los hechos que se nos exponen.Mr P.