Revista En Femenino

Mucho ojo en las piscinas

Por Mamás_besos @mama_besos

Mucho ojo en las piscinas

Durante la época escolar si hay una cosa que me pone los pelos como escarpias y me saca de quicio es ver a esas madres y padres charlar o guasear tan tranquilamente en los bancos mientras sus hijos pequeños revolotean a sus anchas por el parque y alrededores. No, no soy una madre sobreprotectora, pero sí responsable, a la que, a cierta distancia, le gusta siempre vigilar a sus hijos para evitar que les ocurra algún grave percance o que puedan molestar a otros usuarios del parque. ¿Y qué nos pasa a las madres que vigilamos a nuestros hijos? pues que indirectamente nos convertimos en vigilantes de todos los demás que campan a sus anchas, una responsabilidad que sé que no nos pertoca, pero que una muchas veces no puede evitar.

Y con la llegada del verano, pasamos del parque a la piscina. Y ves como esos mismos padres y madres son capaces de hacer un corralito sobre el césped, de espaldas a la piscina, para charlar tan tranquilamente durante toda la tarde. Padres y madres que mucho me temo que no son conscientes que sólo hace falta un palmo de agua para que en una décima de segundo se ahogue un pequeño, sepa o no nadar, o que un niño mayor provoque el ahogamiento de otro más pequeño debido a un golpe.

Después vienen los “no sé cómo ha pasado” o “sólo me despisté un segundo“.

Que haya socorrista en una piscina no es sinónimo que nuestros hijos estén totalmente a salvo, sólo hace falta ver las noticias para darse cuenta cómo en playas y piscinas vigiladas también suceden tristes accidentes. El responsable final de nuestros hijos somos NOSOTROS, sus padres, así que no queramos siempre responsabilizar a los demás de nuestras cosas, que últimamente se nos da muy bien. Las piscinas, sobretodo en días muy calurosos, están a tope y dos ojos no pueden abarcar 50 o más niños, por lo que siempre he pensado que los padres y madres tenemos que también vigilar a nuestros hijos sí o sí.

Los ahogamientos de niños durante el verano no siempre son inevitables, y muchos se podrían evitar si  vigilásemos siempre a nuestros hijos, sobretodo a los más pequeños, que no entienden todavía de lo peligrosa que puede ser el agua. Muchos pensamos que ya nos enteraremos si nuestro hijo se está ahogando. ¡Pues no es así! Los ahogamientos suelen ser silenciosos. Los niños ni patalean ni chillan, cuando ven que se están ahogando, se quedan acojonados por el miedo, y no pensemos que se van a poner a pedir auxilio. Simplemente se ahogan y nadie se entera. Y no te fíes que tu hijo es un buen niño y sabe nadar muy bien, al fin y al cabo, sólo son niños y a veces el fatal accidente no es por no saber nadar sino por algún golpe o circunstancia.

Así que, por favor, delante de la piscina, sea pública o privada, y en la playa, no usemos el tiempo para colgar fotos en internet o guasear y siempre hagamos caso de las recomendaciones. Vigilemos a nuestros hijos. Ir con niños a pegarse un baño, lo siento, pero  no, no es lo relajante que sería si fuéramos nosotros a solas, es nuestra responsabilidad vigilarlos, bañándonos con ellos o no perdiéndolos de vista. Es lo que tiene ser padres y madres.

Y no, no se trata de dar miedo, simplemente de hacernos ver que en un segundo se puede ir una vida y que simplemente vigilando atentamente a nuestros hijos podríamos evitar muchos de esos trágicos accidentes.

Os dejo algunas páginas interesantes sobre el tema que creo que puede ser de vuestro interés…

www.ahogamiento.com

seguridadinfantil.org

También os dejo una entrevista que realicé a hace algún tiempo a Carlos Vales, miembro de Red Vigías, sobre la seguridad en playas y piscinas, y un post que escribí sobre los diferentes artilugios que usamos a menudo con nuestros hijos cuando no saben nadar.

Entrevista a Carlos Vales, de Red Vigías.

Manguitos, burbuja,… ¿qué le pongo a mi hijo?


Volver a la Portada de Logo Paperblog