Revista Opinión

Muchos temas (y al final sigo en Virginia)

Publicado el 12 junio 2022 por Liberal

Señores: mirad lo que escribí hace años sobre Virginia. Algunas cosas han cambiado, pero el destino me ha traído hasta aquí, parece, hasta que Dios decida lo contrario, o no. Qué ironía que lo dije hace 9 años, y finalmente aquí he acabado. Incluso, la tasa de paro ahora es del 3%, no 5% como en el 2013.

Como han pasado tantas cosas en los últimos meses, lo que haré en esta entrada es una serie de apuntes comentados sobre los acontecimientos más graves (o importantes) desde que escribí aquí. No pretendo que esta entrada sea ordenada o sobre un tema concreto, así que disculpadme si os parece caótica, sabiendo que no es mi estilo habitual. Pero, no he podido escribir antes debido a una avalancha de cosas que me han ido pasando a la vez. Así pues, empiezo por temas más de carácter “personal” que crea relevantes compartir.

1) Como era de esperar, no me ha quedado más remedio que tomar clases para aprender a conducir un coche. Debido a que me encuentro en una zona del país en la cual hay muy poco transporte público (para que os hagáis una idea, los pocos autobuses que hay vienen a cada hora y dentro de lunes a sábado…aunque son gratuitas debido al COVID, y no van a todos los sitios). En esta zona, no eres nadie sin coche, así que me ha tocado tragar cierto orgullo y ponerme al volante. De momento, las cosas van bien. Saqué el permiso de aprendiz (learner´s permit) lo llaman aquí nada más entrar al DMV (Department of Motor Vehicles) y se quedaron impresionados que yo no haya estudiado nada y me lo haya sacado así de primeras…hablo del “written test” (teórico). Y es que claro, ellos no han visto los exámenes europeos, que son mucho más exigentes. Aquí es un examen tipo “test” y casi todas las preguntas son por puro sentido común. Cuando terminé de realizarlo en abril, había unos señores con aspecto árabe sentados y me preguntaron “did you pass”?? y les contesté, “of course! Very easy!” Aun con lo fácil que es, hay gente que suspende en el primer intento. Lo ponen en varios idiomas también, incluido el español…ya que Virginia, desafortunadamente, durante los últimos años de gobierno demócrata optó por darle carnets de conducir a inmigrantes ilegales. Sí señores, incluso aquí en Virginia hay inmigración ilegal latinoamericana principalmente, pero también hay afganos refugiados, sirios, y algunos asiáticos. Eso sí, no en la cantidad bestial que se ven en las grandes ciudades, pero ya se llegará algún día. Como dije yo nada más tener 14 años a uno que pensaba mudarse para escapar los efectos perniciosos de la inmigración masiva, “pronto, no habrá donde esconderse”. Desafortunadamente, tuve razón y no hay sitio hoy en occidente donde no haya inmigración masiva. Ya he dicho yo en este blog muchas veces que, para mí, la inmigración, lejos de ser algo positivo, es una tragedia global. Ya estoy en una cierta edad en la cual me resbala olímpicamente si ofendo a alguien. Si no me interesaba ofender por decir lo que pienso a los 21 años, menos me va a interesar ahora.

Pero sí, volviendo al tema de conducir, he estado tomando clases con un señor que además es de esos que tampoco tiene pelos en la lengua. Me comentaba sobre el hecho de que la mayoría de los delitos lo protagonizan negros, por ejemplo, pero la prensa aquí pasa como en España. Si el delito es cometido por una minoría “protegida”, se callan como putas, pero si el delito lo protagoniza un blanco, le llaman terrorismo doméstico y de todo lo negativo que puedan. Así están las cosas. Todos sabemos que el origen de la delincuencia en España y en EEUU también lo protagonizan en su mayoría personas del tercer mundo. ¿Es racista decir eso, o es ser realista y honesto? Por supuesto, es ser honesto, pero hoy en día, ser honesto es ser racista para el irracionalismo imperante que nos ha tocado vivir, por desgracia. De momento, las clases no me van mal. Creo que aprobaré pronto el ”road test”. Aquí en EEUU, los “road test” son un chiste para cualquier europeo. Nada que ver con los exámenes europeos en el sentido que aquí básicamente te hacen dar la vuelta a una manzana, hacer un par de “stops” y cambiar de carril. Poco más. Por eso hay una cantidad importante de imbéciles conduciendo, y cada vez más mientras se van relajando más y más los estándares, con el pretexto de “equity”, que ahora se ha puesto muy de moda desde la muerte de George Floyd. Un país que permite a inmigrantes ilegales conducir con carnet oficial no es un país serio o digno de respeto, ya que, por las acciones de estos estados, se pasan por el forro las leyes federales sobre inmigración. Es penoso, pero tampoco sorprendente a la vista del estado moral de nuestras naciones.

Así pues, como he estado tan ocupado con el tema de conducir, no he podido tener tiempo para dedicarlo a esta página. La verdad es que, debo confesar, conducir me ha hecho sentir bastante libre, y ahora que lo he probado, no quisiera volver a tomar transporte público. Es realmente glorioso poder estar en tu propio coche, con tu propio horario, y lo que más me gusta…no estar rodeado de indeseables. Y es que, aquí pasa algo diferente a Europa: en general, el transporte público en EEUU es utilizado por gente marginal, y según donde vivas, gente indeseable. Incluso en NY, una ciudad donde todos lo usaban hasta hace poco, los niveles de delincuencia son tan enormes que ya la gente normal y de bien no se siente cómoda tomando el “subway”.

2) La verdad es que estoy tremendamente a gusto, dentro de lo que cabe, aquí en Virginia. Yo ya conocía este estado, como bien sabéis, pero lo confirmo cada vez que vuelvo. En mi casa actual, no se oye más ruido que el de los pajaritos o pajarracos como los cuervos…me encantan. Me encanta oír los cuervos y estar rodeado de bastantes hectáreas, con su tierra de arcilla rojiza, muy sureño y gótico todo. La gente aquí es una delicia en el trato. Son agradables, pero no pegajosos y nadie se mete en tu vida. Hace falta conocer gente para entablar cualquier cosa seria, y los lazos aquí son mucho más cerrados, porque aquí hay gente que lleva generaciones. En general, he conocido a más gente aquí que comparte mis gustos en comparación con Nueva York o España. No es nada raro ver gente joven comentarme sobre mi casa y cómo les gusta verme rodeado de antigüedades. Hablo de jóvenes que no llegan ni a los 30 años, así que es algo muy positivo. Cuando vas paseando por la calle, los anglosajones te sonríen o te hacen un saludo con la mano, aún sin conocerte de nada porque eso aquí se considera tener buena educación. En España, ocurre lo contrario. La gente es muy desconfiada en los pueblos, y si no pareces “del montón”, te miran raro o mal directamente. En general, el español tiene unas formas mucho más bordes y toscas comparados con el anglosajón, especialmente el “wasp” que predomina en esta zona llena de tierras históricas de familias adineradas con abolengo. Una de las cosas que NO me gustan, aunque me lo tomo a humor, es que aquí Jefferson es dios. Como yo soy hamiltoniano, es algo que me cuesta mucho, pero aquí todo se centra en Jefferson, pues fue el fundador de este pueblo. Está la Universidad de Virginia, y es preciosa, ciertamente. En los últimos años, la élite blanca de aquí ha ido quitando estatuas confederadas, porque aquí sufren también ese creciente y terrible complejo y miedo a ser todo lo que se ha sido. En España arrancan estatuas de Colón, y aquí de sus ancestros. Las razas europeas son las únicas que se suicidan de esa manera y odian todo lo que han sido. La verdad es que a mí personalmente me parece triste tener que vivir en esta época de descaro y degradación total, pero es la que Dios me ha impuesto. Solo sé que cuando veo cosas de épocas ya muy pasadas, me siento mucho más identificado tanto con los valores, y hasta con la forma de hablar si comparamos con esta época reguetonera, estridente, emocional, y chabacana, donde los “macrodesórdenes” públicos ya van siendo el pan nuestro de cada día, y un envilecimiento que no he visto jamás. Por eso, en parte, he decidido venirme aquí a un trozo de tierra enorme y no estar rodeado de mucha gente. No es que esté como un “recluso” apartado de todo siempre, pero sí manteniendo una sana distancia y centrándome en mi propia salud mental, e higiene moral. Y, como yo, decenas de miles de personas se han ido de Nueva York, a “greener pastures”, como dicen aquí…”pastos más verdes”, literalmente. Nueva York recuerda cada vez más a Johannesburg, donde los fiscales solo están imputando delitos a blancos, y los delincuentes negros quedan impunes. ¿No me lo crees? Leed esto por favor. Es un horror lo que está pasando en EEUU. Ni siquiera en España ocurre algo tan descarado con la justicia, que ya es decir.

España tiene la “suerte” de que allí los fiscales no tienen la flexibilidad politizada que tienen aquí. Por eso, ocurren fenómenos en EEUU como que por decirle unas palabras malsonantes a un negro puedes ir a la cárcel (se inventan cualquier violación de sus derechos para así no parecer que están violando tu libertad de expresión), y por otro lado un negro puede pegarle una paliza a un asiático, y salir de la comisaría en menos de un par de horas, sin ser imputado. Que sí, que así están las cosas en determinadas ciudades.

Tan terrible ha sido, que, hasta los votantes de SAN FRANCISCO, una de las ciudades más degeneradas de EEUU, acaban de votar para acabar con la carrera política como fiscal del “progre” judío CHESA BOUDIN. Si los votantes de San Francisco han hecho eso, sabes que las cosas son terribles porque se encuentran entre los votantes más repugnantes de EEUU.

Por suerte, aquí en Virginia de momento hay un gobernador republicano y las cosas no han degenerado tanto, pero ojo, porque Virginia tampoco ya no es lo que fue y hay varias leyes que Youngkin ha firmado que podrían haber sido de cualquier progreurbanita. En EEUU, últimamente, todo se legisla a favor de ciertos delincuentes. Eso sí, según Biden, la amenaza principal que sufre USA es el “supremacismo blanco” jeje, sí sí, ya ya…

Pero bueno, volviendo al tema del estado en sí, parece estar en un EEUU de hace 40 años atrás. Muchas casas aún se han quedado con las alfombras que se estilaban tanto hace 40 o 50 años, casi todos tenemos ventiladores de techo (algo que la progresía urbanita considera desfasado y anticuado), y las casas son bastante grandes…no son “eco friendly” como quieren imponernos algunos HDP actualmente mientras ellos sí pueden vivir en las casas que quieran. Nuestras lavadoras suelen ser de carga superior como era antiguamente, y la ropa se lava mucho mejor si comparas con esas lavadoras europedas de carga frontal. Mi casa tiene piscina, mucha tierra, y como os he dicho, todavía existen aquí fiestas caseras. Es decir, los jóvenes aún quedan en tu casa para fiestas, como ocurría hace décadas. Como en este pueblo no hay muchos bares o discotecas, la gente en general se monta lo suyo en sus casas. En mi casa, los viernes suele haber reunión…y hasta he conocido a un chico blanco de Sudáfrica, también del mundo de las matemáticas. Los viernes quedamos para copas y piscina, si el tiempo lo permite. Los inviernos aquí son suaves como me gusta, aunque los veranos son muy calurosos y la humedad es brutal, pero da igual. Cuando se está en buena compañía y se tiene buena casa, eso no importa. En mi casa no se permite el uso de móviles ni cámaras conectadas a la red. Si necesitas llamar, para eso dispongo de teléfono de disco, de toda la vida…y solo un grupo muy reducido de gente de confianza tiene mi número.

3) Jueza nueva y negra: Bueno, pues ya tenemos jueza negra en el Tribunal Supremo. Una jueza que, por cierto, no pudo definir qué es una mujer durante sus declaraciones en el senado. ¡Qué ironía!, ¿verdad? Nos dicen desde los medios de comunicación controlados que deberíamos celebrar que una MUJER NEGRA ascienda al tribunal supremo, pero esta “mujer negra” no puede definir qué es una mujer. Sí sí, a esos extremos ha llegado la perniciosa ideología de género, que piensa que no hay varones ni hembras, y que eres lo que te apetezca decir que eres. Entiendo que también en España ha llegado esa lacra, y hasta lo permiten en el DNI ahora sin prueba médica. Qué asco de tiempos estamos viviendo. Qué raro que los medios no citaron la estatura de KETANJI BROWN ni su peso, ya que en realidad son sus características más importantes, pero sí nos hablaron mucho de su RAZA. Sin embargo, al TERRORISTA DE RAZA NEGRA que disparó contra decenas de personas en el metro de NY (en una parada, por cierto, que estaba JUSTAMENTE AL LADO de mi antigua academia), NO nos dijeron su raza. ¿Queréis ver el comunicado de la policía? Tardaron más de 3 horas después del ataque para finalmente decir “se busca al sospechoso y se necesita ayuda del público. Buscamos a un VARÓN, de estatura 5´8 (pies), 160 libras. Pero ya sabes, para Biden, la amenaza principal de EEUU es el ”supremacismo blanco”…a pesar de que este negro asesino disparó por MOTIVOS RACIALES. Sabes que las cosas están tan degradadas cuando un gordo cerdo como ese negro no solo disparó contra decenas de personas, sino que además pudo escaparse de la multitud y ser más rápidos. Así es de cobarde la población actual en muchas partes de EEUU. En España, no me cabe la menor duda que sería igual, porque si hay algo que caracteriza al español moderno es su cobardía, su falsedad, y sus ganas de querer ser cualquier cosa menos de su patria.

4) Contrasta esa situación con el suceso de Buffalo, Nueva York. Allí, un sospechoso de raza blanca empezó a disparar en un supermercado frecuentado por gente en su mayoría negra. Ahí sí que los medios no tardaron en tacharlo de blanco, y de terrorismo blanco. Pero bueno, se supo perfectamente que el terrorista negro de Nueva York ciudad no era blanco, porque de lo contrario lo habrían anunciado constantemente. Ya lo dijo Joe Biden…y cito textualmente: “white supremacy is the most lethal threat to the homeland today. Not ISIS, not al-Qaida — white supremacists.” (énfasis mío).

Un negro que nombren a juez, ¿o jueza? (digo, no vaya a ser que nos acusen de ser machista en el lenguaje), ¿o debo decir juece? hace que los negros se sientan bien de sí mismos. Pero, identificar como negro al terrorista o cualquier otro criminal de una matanza terrible hace que los negros no se sientan bien, en el mundo de lo “woke” que nos impera. Así pues, no puedes ya identificar a los sospechosos negros por descripción física. Como todos sabemos, el sine qua non de una sociedad bien gobernada es tomar en cuenta lo sentimientos personales de “la gente” o lo que dicte Twitter cuando se informe de un suceso tan terrible e importante.

En vez de habernos mostrado las imágenes captadas por las cámaras de seguridad para enseñarnos con claridad quién era el negro asesino terrorista, horas después vimos imágenes de la policía subiendo escaleras para inspeccionar las cámaras. ¿Qué nos dicen? ¡Ah! ¡NO FUNCIONABAN las cámaras! El MTA opera las cámaras, pero han estado muy ocupaditos promoviendo eso de “la diversidad y equidad”. Evidentemente, no han tenido tiempo de preguntar tonterías tales como ¿funcionan nuestras cámaras de seguridad? Por si esto ya de por sí no fuera propio de un país tercermundista, el New York Times nos informa de lo siguiente…para darnos algo más de confianza en el sistema: Inmediatamente después del ataque terrorista (que ellos llaman “shooting” porque el terrorista en este caso es negro), nos dicen que un policía uniformado se acercó a los pasajeros para pedirles que llamaran al 911 porque, lean bien, MI RADIO NO FUNCIONA (énfasis mío). Chicos, que de verdad no miento. Leedlo aquí mismo de la propia página del New York Times.

No funcionaba su radio, pero bueno, MENOS MAL que ese policía había teniedo 6 sesiones de “diversity training”. Ese es el circo en el que se ha convertido EEUU, y en más o menos igual medida, el resto de Occidente. Podría decir mucho más sobre este suceso, pero creo que los lectores ya saben de qué va la farsa. Lo cierto es que la amenaza más peligrosa de los terroristas viene por tener las fronteras abiertas, y convertir a los países occidentales en un coladero con más agujeros que la puta más usada del mundo.

5) Tras el suceso de Buffalo y Uvalde (por cierto, el asesino de Uvalde no era blanco, sino de raza mestiza mexicana y probablemente un inmigrante ilegal), en el que murieron algunos negros por culpa de un pirado o niños por culpa de la inmigración descontrolada, los medios de comunicación del régimen han utilizado eso como pretexto para intentar quitarnos las armas (especialmente a los blancos rurales). Por suerte, Estados Unidos aún no es Canadá o Europa. En Canadá, vecino del norte, ya están en proceso de prohibir TODA arma de fuego, y en Europa ya sabemos cómo está la situación. ¿Aquí? Bueno, en estados como Nueva York, acaban de endurecer aún más las leyes contra las armas, pero no va a impedir la violencia, ya que en este país estamos más divididos que nunca en la historia. El problema no son las armas, sino las personas sin moral o ética alguna. No caigamos en la trampa que tiende el sistema: utilizan las tragedias para querer quitarnos las armas a las personas que sí cumplimos con la ley y no vamos por ahí pegando tiros a diestra y siniestra. Por suerte, aquí en Virginia todo intento de quitar las armas ha fracasado en la asamblea legislativa, de momento.

6) Hay que replantearse la identidad y el estado-nación. Sin duda, aunque no he estado escribiendo aquí, me he pasado las últimas temporadas pensando mucho en algo doloroso, pero que será necesario. ¿Son todavía viables nuestros estados-naciones? Esta cuestión me ha venido a la mente varias veces cuando he pensado en el hecho de que las instituciones en los países occidentales están activamente obrando para nuestra destrucción. Cuando digo “nuestra”, me refiero a la destrucción de su población verdadera, la histórica, la que forjó el país. Porque, tú me vas a perdonar, estimado lector, pero yo jamás consideraré a un Mohammed o a un Papadou, aunque hayan nacido en España y hablen un castellano perfecto sin acento, como españoles de origen. Jamás lo haré, aunque el sistema me tache de “neonazi” o de “racista” por decir algo que salta a la vista de todo el mundo. Es curioso como los hipócritas no paran de aplaudir cuando un indígena habla de sus raíces y arremete contra los españoles o ingleses, por poner ejemplos, pero cuando entonces les recuerdas que NO son de tu nación o raza, entonces el malo encima eres tú. ¡Venga ya sinvergüenzas!

Me viene a la mente también leyendo sucesos como este, en el que un guardia fronterizo de EEUU muere intentando SALVAR, sí, SALVAR a traficantes de drogas mestizo mejicanos cruzando ILEGALMENTE el Río Grande para colarse en EEUU.

Estamos ante una situación imparable de decadencia y degradación. Yo ya lo advertí en los años 90, que los cambios demográficos iban a “tercermundizar” a Occidente. Mucho de lo que algunos pensaron de su país tendrá que ser replanteado. Una nación es un pueblo, y un estado-nación es la expresión de ese pueblo, de esa raza, de esa gente histórica que lo compone. Sin embargo, el único enemigo real que hoy obra activamente contra los pueblos occidentales son sus propios estados. Es decir, los gobernantes, los okupas que hoy manejan los medios de desinformación, el sistema judicial, económico, y educativo.

En teoría, y desde luego en la imaginación de los pseudo-progres, el estado inculca patriotismo, nacionalismo, y orgullo. Sin embargo, la realidad es otra. En los colegios del estado, a los jóvenes se les enseña que se autoodien si son blancos. Lo mismo pasa en España: se ha colado ideología de género y teorías pseudocientíficas o falsedades históricas sobre el papel de la mujer en la creación de civilizaciones (cosa bastante falsa históricamente) o el papel de los negros en los inventos más importantes, algo también falso. Se nos dice, al menos en el caso de EEUU, que los supremacistas blancos son la amenaza más peligrosa, y, sin embargo, la mayoría de las víctimas de delitos violentos son blancos en manos de negros. No hace mucho, el FBI hubiese tachado al terrorista negro de Nueva York como un “extremista negro identitario”, pero ahora ni eso. Tampoco hace mucho del terrible suceso del negro delincuente en WAUKESHA, Wisconsin…que atropelló y asesinó a decenas de niños y personas mayores de raza blanca. Los medios de comunicación, una vez más, taparon el suceso lo más que pudieron. ¿Te imaginas si el suceso lo hubiese protagonizado un blanco? ¡Ayy la que se armaría!

¿Qué le ofrece, realmente, este país a una persona joven blanca? En el sistema jurídico, en el mundo académico, en la América empresarial, incluso entre los líderes de las principales iglesias, que ahora odian a los blancos mucho más de lo que odian al DIABLO, un joven blanco se ve atacado desde el minuto que nace.

Económicamente, el país no le puede ofrecer nada de valor a un joven varón blanco. La inflación es ahora permanente, y es el impuesto más regresivo posible. Ya se demostró que la descarada y corrupta Yanet Yellen MINTIÓ al pueblo americano sobre la inflación, diciendo que era algo “transitorio”.

Y como muchos de mis lectores también son españoles, os pregunto…¿qué os ofrece España como país para un español de origen? Un país que no es más que un armazón de lo que fue, la carroña se lo carcome a diario, con el beneplácito de los principales partidos políticos elegidos por esa masa de imbéciles que hoy compone la mayoría de los españoles acomplejados de su ser y pasado.

Muchos jóvenes ya dan por sentados que jamás serán propietarios de una vivienda. Nunca tendrán una familia aunque la quieran. El control de la pseudo-izquierda globalizadora sobre la cultura y la educación es total. Tenemos a gente incluso con dinero y preparación que les entra pánico sobre el supuesto “problema” que tendría un niño transexual (batallitas inexistentes realmente o prefabricadas), o que los profesores de primaria no puedan hablar sobre su género con los críos. Los pseudo-progres han generado una cultura de autoodio, con drogadicción como principal distracción de muchos jóvenes, suicidios entre la población blanca rural, y uso de drogas antidepresivas como el PROZAC.

Por supuesto que lejos de fomentar la natalidad autóctona, se decide por importar a tercermundistas, omo bien dijo la escritora española manchega Ana Iris Simón.

En épocas anteriores, los estadounidenses fueron llamados a la defensa de su bandera para defender el “American Way of Life”. Sin embargo, cada victoria militar, cada sacrificio, cada muerte, cada vida vivida en el servicio, fue inútil. Los Estados Unidos de América que existen hoy no solo son diferentes al país que existía antes, sino que son un repudio explícito. La destrucción de monumentos a los Fundadores o incluso a líderes como Theodore Roosevelt es solo una representación visual del proceso sistémico en curso.

Estados Unidos no está siendo “cambiado”, sino pervertido deliberadamente para ser todo lo contrario a lo que verdaderamente fue. Decir que este sigue siendo el mismo EEUU de toda la vida sería como si un clérigo bizantino afirmara que sus conquistadores otomanos fueran sus representantes legítimos.

Los que aun se dan golpecitos en el pecho por la “bandera americana” no tienen ni puñetera idea de su propia destrucción. La verdadera bandera de este régimen imperante y globalista, la bandera “interseccional” del arcoíris que une a todos los enemigos de lo que fue Occidente, y excluye a los verdaderos contribuyentes netos que son tan estúpidos que subvencionan su propia destrucción, tiene un significado muchísimo mayor que la “Old Glory”. Si no me lo crees, quema lo que curiosamente todavía se llama la bandera estadounidense, y se encontrará o bien con indiferencia, cuando no celebración. Atrévete a quemar la bandera interseccional y el mismo gobierno que tolera asesinatos y destrucción contra la propiedad privada lo acusará de “delitos de odio”. Lo mismo se puede decir de España, un país donde sale más caro actualmente pronunciarte contra la inmigración ilegal que ser etarra o terrorista musulmán.

Yo ya dije que cuando ganó Obama en el 2008, NO se acabaría la política racial. Al contrario, la victoria de Obama marcó el principio del fin de los Estados Unidos verdaderos.

Permítanme ser claro: América no existe ya. El servicio militar, las banderas, la nostalgia, tus constituciones y las florituras de tus supuestos derechos son absolutamente irrelevantes para las realidades del poder en este país. Hablar de los derechos constitucionales de uno es tan insignificante actualmente como apelar al Derecho Canónico o al código legal del Sacro Imperio Romano Germánico. Los occidentales no tenemos patria actualmente.

Tampoco podemos afirmar que somos libres. Permítanme ser franco: el Bloque del Este de las décadas de 1970 y 1980 era mejor, superior y más noble que lo que se ha convertido en Estados Unidos. ¿Qué es la Stasi en comparación con el DHS, trabajando con periodistas y grupos de vigilancia para asegurarse de que las personas no puedan conseguir trabajo porque quieren que se cumplan las leyes de inmigración, como le pasó a, por ejemplo, Jason Richwine?

En este país, ahora, se pueden congelar tus activos o robarlos directamente, incluso sin ser acusado de un delito si te acusan de racismo. Los funcionarios del estado pueden reclamar que sus hijos deben recibir un tratamiento hormonal para cambiar de sexo, y si protestas por esto, te enfrentarás al castigo del estado.

No solo Estados Unidos no es una nación, sino que los habitantes aleatorios que deambulan por este continente no son libres.

Iré más lejos. En toda autocracia existe al menos la posibilidad de cambio. La soberanía es clara. Si hay un problema, sabemos a quién culpar.

Carecemos de esto en nuestro sistema. No importa a quién elijas, no importa lo que la gente quiera, nada se puede cambiar dentro del sistema. No sabemos los nombres de los que nos gobiernan. Las que falsamente se denominan ONG, organizaciones no gubernamentales, tienen mucho más poder que nuestros representantes electos. Esto no es solo tiranía, sino una tiranía más insidiosa y despreciable porque ni siquiera tiene la integridad para admitir lo que es. Nuestros gobernantes afirman ser nuestras víctimas y apelan a nuestros valores más bajos. Es un sistema despreciable, que hace que todos los que participan en él, incluidos nosotros, sean despreciables. Podría decir mucho más, pero lo dejaré para la siguiente entrada. Sé que no todos leen textos largos. Malos tiempos señores, malos tiempos en materia política y social.


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