El hermano de la Duquesa de Cornualles se hizo una foto con Ruth Powys
Con una sonrisa en la cara. Así posó para su última foto Mark Shand en la subasta de huevos de Fabergé en la casa de subastas de Sothebys en Nueva York. Apenas unas horas antes de su muerte, el hermano de la Duquesa de Cornualles se dejó retratar junto a Ruth Powys, una mujer de 35 años con la que mantenía una relación en secreto. Las imágenes, publicadas por el diario «Daily Mail», no dejan lugar a dudas sobre la buena relación que había entre ambos.
Ruth Powys es directora general de la asociación en favor de los elefantes que lideraba Shand. Con una diferencia de edad entre ellos de 27 años, el citado medio británico asegura que entre ambos existía un vínculo de noviazgo desde hacía varios años. De hecho, Richard Kay –periodista del «Daily Mail»– informa de que entre ambos existía un compromiso que no se había llegado a hacer público, por lo que se mantenía de forma no oficial. Sobre el hermano de la Duquesa de Cornualles, Powys sólo tiene buenas palabras: «Era un hombre encantador que llenó de significado y color la vida de todos los que le conocían», recoge el «Telegraph».
Una fuente del «New York Post» asegura que Shand «tenía las manos en los bolsillos cuando salió del bar y se cayó en la acera» y no pudo evitar el golpe en la cabeza que le produjo la muerte.El jefe médico forense de Nueva York desveló que la causa del deceso fue un «traumatismo craneal sufrido por un impacto contundente que desembocó en fractura de cráneo y hematoma». El accidente se produjo fuera del Gramercy Park Hotel de la ciudad de los rascacielos.
Diez días después de la sorpresiva muerte de Mark Shand su familia le ha despedido en un funeral en la iglesia de la Trinidad de Stourpaine, en Inglaterra. La Duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles, hermana del fallecido, presidió el cortejo fúnebre acompañada por el Príncipe Carlos y su hija, Laura Lopes.
Vestida de negro y sin poder contener su pena, la esposa del Heredero no pudo evitar que las lágrimas cayeran por su rostro tras el oficio religioso. La Duquesa de Cornualles ha estado en todo momento acompañada de su marido, quien al salir de la iglesia la agarraba de la mano para consolarla.