Revista Espiritualidad
MUERTE NECIA Se me ha gastado el día,
atropelladamente
en idas y venidas,
en gestos y recados
que al hacerlos juzgaba.
necesarios. Desperdiciado, débil y oscilante,
el número equis ene de mis
días
era un cabo de vela
y afuera lucía el sol de la
mañana. El sol se hunde en silencio
y sopla las bujías
y se envuelve en su manto como
un rey. El número equis ene de mis
días
murió de muerte necia. Ahora lo estoy llorando
cuando veo a las nubes
ponerse un traje grana
para morir también.
Carmen Martín Gaite.(1925-2000)