Si pudiera resumir toda la experiencia que compartiré en esta entrada con un hashtag sin duda sería #Chévere y con la canción: Hola bebé, ya que contigo no sirve la labia y te cree muy sabia. Pero vas a caer, te lo digo mujer... Fue parte de nuestro soundtrack durante nuestra estadía en Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui cuando los Tritones dijimos presente en el 4to Festival Acuático, Copa CANTV. Creo que muchos piensan que me encanta el reggaeton porque he hecho mención de varias canciones a lo largo del blog, lo cierto es que me considero una persona con una biblioteca musical bastante amplia y diversa, además el género es perfecto para mantener la vibra rumbera con la que siempre andamos. Ahora sí, no fuimos...
Mi tercera experiencia en aguas abiertas fue en dicho 4to Festival Acuático, Copa CANTV donde se dieron cita atletas en diversas disciplinas acuáticas como el kayak, skimboard, nado con aletas y por supuesto, aguas abiertas. Los Tritones participamos en los 3 Km de nado con aletas en la modalidad bialetas (término fancy para las chapaletas) y en el aguas abiertas de la misma distancia. La inscripción fue la más sencilla y relajada que hemos hecho hasta ahora, hicimos el depósito bancario y el siguiente paso fue llenar un formulario vía web en la página de los organizadores del evento. Cero valijas, planillas y todo el papeleo loco que normalmente habíamos hecho para poder participar en las otras competiciones, la siempre presente Planilla de Liberación de Responsabilidades la entregaríamos el día del Congresillo Técnico.
La preparación para este evento consistió en dosis más relajadas y menos frecuentes de Morichal Largo y Entrenamiento Funcional, de hecho hubo algo que me traumó tantito cuando fuimos en una ocasión al Morichal a entrenar y este es el cuento: estaba parada a la orilla del río con la Mole hablando un rato antes de entrar a dar la primera vuelta y notamos que había un rastro largo y con ondas en la arena, así como si algo se hubiese arrastrado por allí y bueno un rastro así en mi cabeza sólo significa una cosa: culebra. Mientras formulábamos teorías que probablemente era otra cosa, como que alguien lo dibujó con un palito o algo así, pasó un lanchero que nos gritó: ¡Cuidado con la anaconda! Mi madre, nos estaba dando... Esa vez cuando entré en el agua eso era un púyalo marisca, no podía ver alguito que se moviera dentro del agua porque canalizaba al Michael Phelps que llevo dentro, al final no ví nada tipo anaconda porque tampoco es que me detenía a detallar que era, pero de verlo rompo récord olímpico facilito.
Bueno volviendo, el 12 de septiembre a eso de 3 de la tarde salimos vía Puerto La Cruz en el Teddy-Móvil, hicimos la parada casi que obligatoria en la Ceiba y seguimos. Llegamos al Hotel Venetur Maremares para el Congresillo Técnico, retiramos el Kit de Competencia y dieron las explicaciones del recorrido que para esta oportunidad sería un triángulo al que habría que darle 2 vueltas (eso psicológicamente es un menos) y pasaríamos las boyas con el hombro izquierdo, mi vida estaría virada para este evento.
Para cenar todo el clan Tritones fuimos a Ciao e' Pasta, cada uno devoró con relativa facilidad 1/4 de metro de pizza acompañanado con un pipote de agua ¡que vivan los carbohidratos! De allí cada quien tomó rumbos separados a sus respectivos aposentos. Un grupo, nos quedamos en un apartamento #Chévere en Lecherías que nuestra mamá Lisbeth puso a la orden, grande, amoblado y con pocito de agua incluído, allí llegamos 11 de los Tritones distribuídos entre 3 cuartos y los muebles de la sala. Sólo habían 2 baños para el gentío así que el orden del baño estaba a merced de quien era más pila, después de la ducha inició el desfile oficial de pijamas, había para todos los gustos. Nadie quería ir a dormir, la joda podía más que nosotros pero había que buscar las maneras de descansar, teníamos 2 horas de carretera encima y un reto al día siguiente. Cada quien se fue a su cama o sofá, no habíamos puesto la cabeza en la almohada cuando empezó a retumbar en el apartamento música de una fiesta y todos con ganas de soltar todo y enchufarnos en la celebración (estoy segura que más de uno dio una bailadita en su respectiva cama), pero que va, el agua llamaba al otro día.
A las 7 AM estábamos de pie, mientras algunos nos sorteábamos el baño los demás fueron a comprar desayuno que esta vez consistió en par de cachitos de jamón y jugo de manzana. Vestidos con la camisa del evento, lentes oscuros, shorts y cholitas, hicimos aparición en Playa Doral ubicada detrás del Caribbean Mall donde habían dispuesto varios toldos para que nos ubicáramos. Lo primero que notamos es que desde la orilla no se veían las boyas, cuando logramos por fin verlas nos dimos cuenta que eran minúsculas de un color rojo desgastado y se perdían en el agua, nos pusimos a buscar puntos de refencia para la primera boya serían los mástiles de los barcos de la marina, otra un buque petrolero que estaba a la distancia justo al frente de la boya 2 y para la boya 3, la meta. El sol estaba inclemente, en ese momento di gracias que mis lentes fueran polarizados, de no serlo se me iban a freír los ojos cuando sacara la cara para ver por donde ando en el agua. El proceso de empapelado estuvo a cargo de mamá Lisbeth y los organizadores del evento con marcador nos pintaron los números en los hombros y brazos, para esta cita me tocó el número 24. Para este aguas abiertas me sentía un poco insegura, en varias ocasiones mientras entrenaba un dolocito en el hombro izquierdo apareció y me preocupaba que volviera a surgir justamente allí.
Estábamos listos para saltar el agua, la motivación de esta prueba sería la rumba al salir, todos enfocados en eso y con la mente en el juego. Los hombres Tritones salieron con el pitazo, brazos, piernas y salpicones de agua por todos lados. Mientras esperaba mi salida estaba en el agua con las demás mujeres Tritones, me estaba ajustando los lentes poniendo mis caras extrañas y cuando estoy en eso una de las ligas sale disparada, entré en pánico, se rompió, listo ya me retiro (puedo nadar sin cualquier cosa, menos sin lentes) no tenía par extra ni tiempo para trastear otros, me calmé y me di cuenta que no se habían roto los extremos de plástico se habían salido de la canaleta (utilizo el modelo Aquapulse Max de Speedo), rapidito los puse en su sitio me los aplasté en los ojos como pude y sonó el pitazo, un poquito más y me quedo parada en medio de la salida.
Meto la cara en el agua, no se veía el fondo pero si me veía las manos y repetía el mantra en la cabeza "no tragues agua, nada de agua". Nadar en agua salada es un poco más complicado en cuanto a la reacción que tienen ciertas partes de tu cuerpo a la salinidad, los labios se resecan con más facilidad y se puede sentir ardor, existe la posibilidad que las fosas nasales se irriten, es importante evitar que el agua entre a la boca (el sabor no es buena compañía) y puede conllevar al vómito de llegar a tragarse, y si llega a caer en los ojos vas a ver al diablo, por lo tanto un buen ajuste en los lentes para evitar filtraciones es vital. También digamos que el estado Anzoategui teniendo tantas playas hermosas de aguas turquesa y arena blanca, donde nadamos, bueno es... ¿Cómo lo pongo? Nada turquesa, así cierra el pico no vaya a ser que te de una moridera por tragar agua. La primera vuelta la sentí rápida, gracias a los puntos de referencia pasé al ladito de las boyas, creo que no di tantos tumbos en el agua. La segunda fue otra historia, el dolor apareció y me descontrolé un poco, quería terminar ya, salir del agua y estaba un poco preocupada porque no habían muchas lanchas o kayaks cerca en caso de que no pudiera continuar o que a cualquiera de los demás participantes les ocurriera algo (después de que terminó la competencia muchos comentamos que hacía falta más seguridad, sobre todo cuando sabemos que hay novatos en el agua y que la mente en el agua juega sucio, retirarse es un pensamiento que cruza por la mente).
¡Términe! Por fin salí del agua, no me quedaron ganas de volverme a meter... Necesitaba una ducha con carácter de urgencia, el pegoste que sentía en el cuerpo no era normal. Alguien me puso la medalla, un disco de acrílico muy sencillito con un tira roja y una calcomanía con el logo del evento, si les soy sincera hasta ahora es la medalla más fea de mi medallero pero bien trabajada y ganada como todas las demás, 3 Km más para mi cuenta oficial de aguas abiertas. No hubo necesidad de hacer el "Bend and Snap" para la foto de llegada, no había ningún fotógrafo a la vista. Nuestras fotos de equipo para esta ocasión fueron tomadas por nuestro fotógrafo oficial Tritones David Cedeño, les dejo algunas abajo.
Listas las fotos, los abrazos, las felicitaciones y toda la saltadera, salimos disparados a darnos una ducha, era justa y necesaria. La matazón por quien iba primero fue clásica, en lo que llegué al apartamento fui volando a buscar mi toalla y me encerré en el baño. Estuve largo rato en la ducha, jabón y shampoo en cantidades industriales, de haber habido un cepillo de alambre en la ducha me lo paso. Todos lindos, bañados y vestiditos nos fuimos a almorzar, paramos en Arturo's y cada quien se comió sus respectivas piezas de pollo con mucho gusto, estábamos muertos de hambre. De allí nos fuimos al Venetur a disfrutar de sus instalaciones y esperar a ver si podíamos pillar los resultados, sin pensarlo 2 veces nos instalamos en el área de la piscina y en ese momento mientras me desvestía para saltar al agua pude contemplar lo horrible que se veía mi bronceado con el bikini, para nada favorecedor... Parecía una nucita. Aparecieron los resultados, los Tritones hicimos un excelente papel logramos meternos por lo menos entre los primeros 10 de cada categoría y la Gandola logró un tercer lugar, podio para él y por lo tanto más razón para gozar de la vida nocturna de Puerto La Cruz con la buena vibra Tritones.
Llegamos al apartamento y fue el momento de sacar las pintas de las maletas multifacéticas (había que empacar "multifacético" porque no sabíamos que rumbo íbamos a tomar una vez termináramos el evento), unas pocas horas después todos estábamos listos, empintados y activados para seguir con el maratón, es de destacar que en ningún momento descansamos después del aguas abiertas, seguimos rodando, rodando y rodando, disfrutando aquí y un poco más allá.
Antes de ir al local pasamos buscando al resto de los Tritones y producto de eso nació el título de este blog ¡Muévete infeliz! por la caliweba de la Gandola para montarse en el carro, hasta el día de hoy es una de nuestras frases célebres y la usamos muy a menudo para que la gente mueva las plumas. Llegamos al local y jamás paramos de bailar, ya fuera en parejas, todo el grupo, de a 3... Allí salieron a relucir todos los pasos de baile habidos y por haber, había para todos los gustos. Clásicos: pasito tun tun. Perro intenso: movimiento de cadera desenfrenado que en algún momento llegué a pensar "Aaaayyy mi madre se la dislocó". Extremo: quedar como una "L", con los pies un el piso y bajando la espalda hacia atrás hasta caer en el piso (sí cayó en el piso, hasta el día de hoy no sé si es parte del paso o que el piso estaba resbaloso). Así fue toda la noche, en ningún momento nos sentamos y el sudor corrió como si del maratón de Nueva York se tratase, hubo un momento en que las piernas me ardían y no soportaba las rodillas, mucho esfuerzo junto: el nado, el baile y los tacones con que llego a medir un modesto 1.80. A nuestro soundtrack se les sumaron Como Yo Le Doy - Pitbull Ft. Don Miguelo y Tumbayé - Oscarcito, desde ese momento escuchar esas canciones hacen que mil imágenes de esa noche me pasen por la cabeza. Un momento épico fue cuando sonó En Cuerpo y Alma de Diosa Canales, nuestra Diosa Tritones (mi hermana) se soltó el moño, internalizó a su álter ego y empezó a zapatear y hacer uno que otro paso del vídeo al ritmo de la música, no tuvo padrote su performance, gossshh nos reímos demasiado.
Esa noche caímos como piedras, me morí, al otro día lo que me levantó a las 7 AM fue las risas tan peculiares de Teddy que sonaron por todo el apartamento mientras se acordaba de todas las loqueras de la noche anterior. Luego del desayuno (empanadas mamarrúas de mariscos, chuleta ahumada con queso amarillo, cazón y carne mechada, con su respectiva guasacaca), armados de cava y vasos bajamos a la piscina, no podíamos irnos sin remojarnos en agua con cloro, sería el último acontecimiento antes de agarrar carretera. No queríamos irnos, despedirnos del apartamento #Chévere y regresar a la realidad... Pero bueno, de lo bueno, espectacular, excelente y divino, poco, porque mi madre el cuerpo aguantó demasiado.
El regreso en la carretera fue calmado, no más música activada, estábamos saturados. Gracias a la amplia biblioteca musical de la Mole pudimos cantar a todo pulmón unas cuentas de Shakira, Bruno Mars, Imagine Dragons, Coldplay, Fifth Harmony, Boyce Avenue y otros más. Llegué a la casa, como pude dije "Hola, aquí esta la medalla" y me enrollé como tabaquito en la cama hasta el otro día. Fue todo #Chévere, soñamos con hacer otra de las nuestras por allá y estoy segura de que viene por allí.
Terminar cualquier aguas abiertas te llena de diversas emociones, pero ninguna es tan importante como las que sientes estando lejos del suelo, atreviéndote a ser un "hombre rodeado de agua". No había tenido oportunidad de compartir eso con ustedes, me vino a la cabeza una de estas noches estando en la cama tratando de agarrar sueño, corrí a buscar lápiz y papel.
Este fin de semana me tomé un break para ponerme al día con la lectura, empecé el Diario de Ana Frank. Hoy nadamos como unos 2000 mts con muchas interrupciones, hoy repartimos los papelitos del amigo secreto y andábamos más pendiendes de armar las teorías de "quien le regala a quien" ¡El espíritu navideño ya está en el aire!
Glosario:1. Púyalo marisca: expresión venezolana para hacer referencia a que saliste disparada del sitio, muy rápido dejando casi que humito atrás por la prisa.
2. Caliweba: pereza, flojera. 3. Mueve las plumas: expresión de mi querido padre biológico para decir muy originalmente que te apures.
4. Mamarrúas: grandes, enormes.
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