ISABEL PAVÓN
Queridas amigas y hermanas en la fe, es comprensible que haya hombres que quieran invalidarnos. Durante siglos y siglos han tenido una terrible enseñanza que les ha conducido erróneamente.
No sé cómo os sentiréis cuando leáis a continuación los piropos que nos dedicó Juan Crisóstomo (siglo IV-V) y que descubrí hace poco.
Personalmente no soy consciente del daño que causo a los varones, ni tengo remordimientos de conciencia. Tampoco entiendo como después de estas parrafadas nos siguen considerando el sexo débil. Parece que los hombres nunca han abusado de las mujeres, ni las han maltratado, ni golpeado, ni engañado con malas artes.
Creo que tenemos que ser comprensivas con la debilidad que arraiga en muchas mentes masculinas, frágiles como ellos solos, influenciables, sin dominio propio, a la espera de que aparezca una mujer buena y encuentran lo que encuentran, ¡qué decepción!
Puede leer aquí el artículo completo de esta escritora y miembro de una Iglesia evangélica en Málaga de fe protestante titulado Mujer, ¿imbecillitas mentis?