Mujeres con arteWomen with art
¡Y llegó el último de los tres posts de la boda! El de la juventud y las sonrisas, el de las mujeres bonitas y la explosión de color. Y es que en esta familia ellas son todas espléndidas, hermosas, irradian felicidad y están siempre para las duras y las maduras. Madres, tías, primas, amigas… Por nuestra sangre corre el parentesco real o figurado, que nos une y nos reúne en ocasiones tan felices como ésta. Y es que en la familia nos falta bien poco para montar un sarao capaz de arrastrar hasta al más mustio. ¡Qué os voy a contar, si se arrancaron por sevillanas en la mismísima puerta de la iglesia!
Pero, ¿se me ha colado un caballero entre tanta señorita? Eso será porque el padre de la novia (¡y el mío!) merece un puesto de honor entre las damas. Por buen padre, marido, tío y hermano. Por buen amigo y padrino, aunque me pese la confesión y con ella me gane una reprimenda en forma de besos que pican y abrazos que ahogan. ¿Pero qué me decís de la generación más joven? No podría haber compartido ninguno de estos recuerdos de no ser por la benjamina, Andrea, que no sólo es ya la fotógrafa oficial de nuestras celebraciones sino que, además, acaba de ser aceptada en el Conservatorio con tan sólo trece añitos.
¡Ay! Si yo os contara cuánto arte y cuánta belleza (externa y de la otra, la importante) hay en esta familia. Lo que disfrutamos de nuestras fiestas. Lo bien que bailamos por bulerías. Lo bien que nos lucimos, que presumimos, que nos queremos, que nos gustamos. A los trece, a los veintiséis, a los treinta y pico y los cincuenta y tantos. Mis mujeres van a ser jóvenes por siempre porque llevan el arte en las venas. ¡Ole que ole!
So this is the last of the three posts of the wedding! It is a post about youth and smiles, beautiful women and color explosions. In my family women are splendid, beautiful, they radiate happiness and are always there through thick and thin. As mothers, aunts, cousins or friends. Through our blood it runs either real or figurative kinship, which gathers us and brings us closer in happy times like this. Moreover, in this family we are always willing to throw a party and win even the droopiest over. What else can I say? People even started dancing sevillanason the doorstep of the Church!
But wait a moment. Is it possible that a gentleman has gatecrashed among the ladies? Maybe he has because he is the father of the bride (my father as well!) and he deserves a place of honor among these beautiful women. Because he is a good father, a good husband, a good uncle, a good brother and a good friend. Oh, well… This little confession will result in kisses that graze and in hugs that suffocate. And what can I say about the youngest generation? I wouldn’t have been able to share none of these memories with you if it wasn’t for Andrea: she is not only the official photographer of our celebrations but she has just been accepted at the Conservatory at the age of thirteen.
How much art and how much beauty (external and internal, the important one) there is in this family. How much we enjoy our parties. How well we dance bulerías. How pretty we look, how much we brag, how much we love, how much we like each other. Either at the age of thirteen, twenty-six, thirty something or fifty some. My women will be forever young because art runs in their veins. Ole!