Pensábamos que la diferencia mujeres y hombres había quedado ya en el baúl de los recuerdos, y que sólamente respondía a un patrón puramente biológico y físico. Sin embargo, y pese a que el grupo de feministas se haya empeñado en destacar a la mujer no como igual, sino como incluso mejor que cualquier varón, la ciencia continúa insistiendo en que cada uno es un mundo diferente, eso sí, cada uno con sus propias virtudes. En este caso, las mujeres tenemos más memoria y somos más sociable, mientras que los hombres, nos ganan navegando por internet.
A las mujeres les fue mejor en atención, memoria facial y de lenguaje y conocimiento social. A los hombres, en percepción espacial y velocidad motora.
“Es bastante asombroso cómo son de complementarios los cerebros de hombres y mujeres”, dijo Ruben Gur, uno de los autores del estudio.
“Sabemos que no hay algo permanente o innato en relación a las conexiones cerebrales, que pueden cambiar a lo largo de la vida en respuesta a la experiencia y al aprendizaje”.
No obstante, un dato significativo es que según el estudio, las diferencias cerebrales entre los géneros aparecen relativamente tarde. Se observaron muy pocas diferencias en niños menores de 13 años, que hicieron más pronunciadas en los adolescentes y adultos jóvenes.
Fuente: BBC
En el texto científico se destacan varias cuestiones que, ciertamente, y a la luz de un análisis profundo de los datos del experimento, tienen la clave y respuesta a nuestra eterna pregunta acerca de la mayor valía de mujeres y hombres. Por un lado, destacaría el dato concluyente que más ha asombrado a los científicos con esta prueba y ha sido constatar el hecho de que hombres y mujeres sean tan complementarios. Va a ser verdad esto de la media naranja, o nuestra otra mitad. A fin de cuentas, la biología nos ha diseñado necesariamente complementarios.
Por otro lado, no podemos obviar el matiz de que, cualquier persona, ya sea hombre o mujer, puede variar sus habilidades a lo largo de su vida en función del aprendizaje y la experiencia vivida. Además, es a partir de los 13 años, es decir, ya en la adolescencia, cuando aparecen marcadas estas diferencias cerebrales. Las mujeres son más sociables, y con una mayor memoria en relación a los rasgos de las personas, es decir, son más observadoras, mientras que los chicos, desarrollan más para entonces su percepción espacial y su velocidad motora.
Cabría preguntarse sobre los aspectos educativos de estas personas del experimento. Qué tipo de educación han recibido, qué juguetes o actividades han ejercitado durante la niñez. Y es que antes se acusaba de enseñar a los niños el arte de los coches y otras cosas de hombres, como el deporte, y a las niñas el cuidado del hogar con las muñecas y las cocinitas. ¿Seguirá siendo este el problema? O a lo mejor, la solución. ¿Tan malo es que hombres y mujeres seamos complementarios?