La lactofermentacion es un método muy antiguo de conservación de los alimentos. Se caracteriza por ser muy sencillo y a la vez muy efectivo. Además de obtener sanas conservas vegetales, aumentamos sus micronutrientes y añadimos enzimas probióticas que favorecen la digestión
Beneficios de la lactofermentación
- Se potencia el sabor al máximo.
- La fermentación predigiere los alimentos por acción enzimática, lo que supone menos trabajo para el intestino. Muy indicado para estómagos delicados.
- Regenera la flora intestinal limpiando la toxinas del intestino.
- Indicado en las dietas de personas tratadas con antibióticos.
- Los microorganismos pueden llegar a duplicar el contenido en vitaminas, sobre todo C y grupo B.
Modo de preparación
- Lo más aconsejable es usar verduras bio para asegurarnos de que no incluimos pesticidas.
- Esterilizar los tarros en agua hirviento 10 minutos para evitar mohos y propiciar las bacterias buenas.
- Se pueden añadir especias o hierbas que actúan como antiséptico o digestivo: tomillo, romero, cilantro, comino, pimienta…
- Es muy importante el tipo de sal. Utilizar sal de muy buena calidad; por cada medio kg de verdura, una cucharada de sal.
- Utilizar agua embotellada de baja mineralización.
- Rellenar el tarro de verdura hasta el borde procurando que no queden huecos, cuanto más picada esté, antes fermentará.
- Añadir la sal por encima. Rellenar con agua. Tapar y agitar levemente.
- Guardar a temperatura ambiente protegido de la luz.
- El periodo mínimo de reposo para obtener óptimos resultados es de unas tres semanas.
Dura muchos meses. Aunque con el paso del tiempo pierden la textura crujiente y disminuyen las vitaminas. Una vez abierto se conserva en la nevera por un período no superior a dos semanas.
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