Revista Cultura y Ocio

Mundo Moderno: Bebidas (I)

Por Selva Del Olvido
Bebidas no alcohólicasEuropa es en el período moderno un mundo en expansión. Los europeos copan ambos extremos del Orbe y nuestra historia se maravilla de los logros, luchas, armadas etc. Pero, ¿Como era aquel mundo?  Me parece que para contestar esa pregunta es necesario empezar por lo esencial, la comida y la bebida.Mundo  Moderno: Bebidas (I)El agua
Fundamental para la supervivencia del hombre, estamos acostumbrados a disponer de ella sin esfuerzo; canalizaciones, embotellamiento etc. El agua, tiene diversas procedencias, puede ser de río, de fuentes naturales o cisternas, de lluvia, o incluso de mar. Ésto último, que puede parecernos descabellado era fundamental. Los barcos no disponían de ríos o fuentes y existían lugares inaccesibles como eran, los presidios españoles en África. En ambos casos, se destilaba el agua de mar mediante alambiques, en el caso de mayor felicidad, en el contrario, el orín a bordo de navío, deshidrataba menos que la mar salada...
Pero no solo sufrían de tales tormentos barcos o presidios, existían ciudades tales como Venecia, Lisboa, París, o Roma, grandes urbes que tenían un acceso cuanto menos difícil al agua potable. En Venecia, por ejemplo, los pozos de las casas y mansiones, por la naturaleza del terreno en que se asentaban, eran poco profundos,  y eran poco más que cubetas para el agua de lluvia, aljibes en el mejor de los casos que se secan con la escasez de lluvia. ¿Como solucionar ese problema? Consiguiendo el agua de un lugar donde haya, ya sea mediante canales, ya sea mediante acueductos (de época romana, reparados), o peor aun, con barcos cisterna (como siempre digo: está todo inventado). Estos barcos, llamados en el caso de Venecia los acquaroli, llenaban sus panzas de madera e el Brenta y todos los día suministraban a Venecia agua dulce. Hoy día, el nombre de acquaroli, pervive en forma de apellido. 
Otra de las ciudades más difícilmente abastecibles de agua fue Roma. El Tiber, lleno de aluviones, dejaba a su paso por Roma, un agua cuanto menos, poco saludable. El crecimiento de la ciudad se realizó e torno a las fuentes que rodena el foro republicano.  Cuando la ciudad alcanzó su límite maltusiano con respecto a sus recursos hídricos, Appio Caecus, el Ciego, decidió embarcarse en la construcción de los acueductos (todo un genio este hombre, promotor de la vía Appia). En definitiva la idea consistía en crear un canal impermeabilizado que salvara con un cierto desnivel las imperfecciones del camino llevando el agua de su fuente a Roma. Con este precedente, cuando Martiín V vuelve al Vaticano tras el Gran Cisma, debe reconstruir dos acueductos, el aqua Felice y el aqua Paola, tal y como los romanos habían ideado . En Génova y Lisboa sucede lo mismo, se reconstruyen acueductos y lo mismo ocurría en París, ya que la fangosa y navegable agua del Sena no era muy recomendable, el Belleville y el Pré-Saint-Gervais, abastecieron la ciudad hasta el siglo XVII.
Pero si esto os sorprende, queda más. Cuando el desnivel era insalvable o no existía mar, tenían que ingeniarse otras soluciones: Grandes bombas hidráulicas que abastecían ciudades como Toledo, Augsburgo o la misma ciudad de París. Estas bombas llevaban el agua en canales de barro o plomo, del mismo y exacto modo que los romanos. Cuando el recorrido era demasiado inaccesible se acumulaba el agua en grandes botellas de hierro que se distribuían regularmente.
Pero llega más lejos el negocio,  narran historias de viajeros, que se maravillaban de que en la España de Felipe III, ya vendían para calmar la sed vasijitas decoradas con agua dentro, para calmar la sed. En Pekín un tonelero conducía un carro con un enorme barril y un grifo, por si había sed. 
Pensad lo siguiente, toda esta infraestructura del agua, contaba con un mantenimiento regular, que se traducía en la creación de todo un gremio del agua, fundamental para la supervivencia de la ciudad. 20 000 personas vivían del trabajo de aguador, no muy holgadamente, pero lo hacía, Por eso la multitud comenzó a protestar ampliamente cuando comenzaron a instalarse canalizaciones públicas, que dejaban sin trabajo a estas 20 000 personas, porque ese, era el número aproximado de habitantes que París tenía en el año mil. Los nuevos problemas del siglo XVIII y el progresivo y lento proceso de industrialización y su galaxia de revoluciones. 
Nada que ver esto con Estambul, la capital del imperio turco, que debido a la necesidad de los fieles de realizar sus cinco abluciones diarias, instalaron canalizaciones y fuentes públicas por todo el territorio cada una con agua de diversos manantiales y diversas propiedades.
Y hablando de propiedades, ¿Sabian que en China el agua recogida en tiempo de tormenta se considera peligrosa? el agua benigna para el consumo es la de la lluvia de Primavera, la de ríos y manantiales, deshielo etc. El agua además se bebe hervida para depurarla, salvo en el caso de ser agua de estalactita, que era una medicina suprema y un lujo.
Y para acabar con los lujos, tenemos uno máximo: el agua-nieve. Los caballeros de Malta la usaban para curar sus fiebres, el rey Enrique III de Francia, no podía vivir sin ella, y en Lisboa se bebía, de paseo, mientras se comía una pieza de fruta.
La próxima entrada de las bebidas el té y el café.

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