Llegó a mis retinas a través de internet, este estudio que acaba de revelar algo de lo que ya se venía diciendo desde hace tiempo en educación musical: Todos los alumnos deben tener la experiencia rutinaria de cantar. Puede ser solista, en coro, afinado o desafinado, pero debe cantar por cuestiones psicológicas, fisiológicas y hasta de socialización.
Dice el apunte: “…Cantar no es sólo la forma de expresión más antigua del ser humano, sino que también puede curarle de muchos males, afirma un número de médicos cada vez mayor, por lo que, aunque acaban de empezar a estudiar los efectos benéficos del canto, los especialistas recomiendan practicarlo con regularidad.
Hasta hace muy poco no había estudios científicos al respecto, pero resultados de investigaciones recientes confirman, incluso, que cantar debería ser recetado por el médico, afirma la doctora Gertraud Berka-Schmid, también psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Música y Arte de Viena.
La experta critica en duros términos a los padres y maestros que intentan prohibir a los niños cantar porque “no saben”, pues, a su juicio, así se les priva de la capacidad de “personificación”, de hacerse persona (expresión que viene del verbo “sonar”) y se les cercena la vitalidad y el acceso a la experiencia del sonido.
right round
de la película “Pitch perfect”
Ello hace cambiar la conciencia de la personalidad y reduce su desarrollo porque poder levantar la voz, ser escuchado, ser reconocido y aceptado es de importancia vital para un ser eminentemente comunicativo como es el ser humano, señala Berka-Schmid en declaraciones a la revista de medicina austriaca “Medizin Popular".
“Cantar es la respiración estructurada”, indica la médica, que explica el efecto fisiológico de la respiración profunda, abdominal, que prevalece cuando uno canta y que se convierte en un masaje para el intestino y en un alivio para el corazón.
Además, asegura, esa respiración suministra aire adicional a los alvéolos pulmonares, impulsa la circulación sanguínea e incluso puede mejorar la concentración y la memoria.”
En opinión de la especialista, se trata de un remedio óptimo para los males específicos de nuestro tiempo porque equilibra el sistema vegetativo y refuerza la actividad de los nervios parasimpáticos que, en contraposición a los simpáticos, aportan tranquilidad y relax.
don't stop me now
de la serie “Glee”
Cantar genera armonía a nivel psíquico y refuerza el sistema inmune para que puedan actuar las capacidades de autosanación frente a problemas hoy día tan frecuentes como los trastornos del sueño, las enfermedades circulatorias o el síndrome “burn out” (“estar quemado”).
Las consecuencias de una estimulación nerviosa excesiva son típicas de nuestro tiempo, afirma la especialista: la gente no puede con sus propios impulsos, se aísla, se bloquea y paraliza o acumula agresividad.
A través de la voz, uno es capaz de expresar las impresiones que le invaden continuamente, de tal forma que el sujeto puede deshacerse de una serie de sensaciones.
No hace diferencias con que una persona cante sola, lo haga a dúo, canturree en la ducha o practique el solfeo. Tampoco importa que uno cante con otros muchos en un coro ni que desafine, afirma Berka-Schmid…”
Hablando ahora de educación musical, tengo la certeza, después de 27 años de experiencia directa en las aulas, que hay tiempo para formar un Coro afinado o una Banda afinada; y esto no debe cercenar el derecho de los niños a hacer música cantada o tocada. En el futuro seguramente serán mejores oyentes, mejores cantantes e instrumentistas si lo desearan y en el menor de los casos, disfrutarán de una de las especies de las artes más nobles, emocionantes, abstractas y bellas.
SERGIO BALDASSINI
Maestro de Música, Director de Coros, compositor y arreglador
www.sergiobaldassini.blogspot.com