Llevo un tiempo considerando la posibilidad de comenzar con un nuevo hobby. Lo único que me detiene es la falta de tiempo y el dinerito (¡cómo no!).
Se trata del OOAK (One Of A Kind) o lo que es lo mismo, reciclar y convertir un objeto en algo único e irrepetible. Puede ser cualquier cosa; muebles, bisutería, accesorios... pero mi última obsesión son las muñecas.
Quizá la customización más conocida es la de las Barbies. Multitud de diseñadores las han vestido. La propia empresa Mattel ha contribuido al afán coleccionista sacando ediciones limitadas. Y mucha gente las tunea imitando a actrices o a personajes de ficción. Personalmente a la Barbie siempre le he tenido manía. Estéticamente me disgusta. Me parece una señorita demasiado estirada. Cosas mías.
También hay gente que se dedica al Reborn, muñecos que imitan a los recién nacidos. Ahora hay una muestra en el Centro Comercial Itaroa hasta el día 6 de septiembre (para el que viva cerca de Pamplona). Estas imitaciones de la realidad tan, tan, tan verosímiles me dan un poco de miedito. Tampoco son el objeto de mi deseo. Prefiero muñecas que se vea que son muñecas; ni top models ni realidades evidentes.
Hay varias que me gustan pero por la keka que yo suspiro es la Blythe. Son unas muñecas que se crearon en 1972 en EEUU pero no tuvieron mucho éxito porque a las niñas de entonces les asustaba su cabeza desproporcionada y las tuvieron que retirar del mercado. Ahora y desde hace pocos años la empresa japonesa de juguetes Takara, las vuelve a fabricar pero como objeto de coleccionista y a unos precios de escándalo (a mi entender).
Desde algo más de 100 € las más sencillas.
Como Prima Dolly directamente salidas de fábrica.
Pocos accesorios e ideales para customizar.
Algunas de las últimas novedades niponas con muchos más detallitos.
22.050 yenes tienen la culpa. Unos 223 € más gastos de envío, intermediarios o lo que sea.
Blythes ya customizadas de cuyo precio es mejor no hablar.
Éstas son de Pícara en http://www.theroguedolls.com/
Toda una artista OOAK. No hace falta que diga cuánto me gusta.
Si se empieza a mirar un poco por Internet enseguida se puede ver que es todo un mundo de moldes, originales e imitaciones, accesorios, pelucas, vídeos de hazlo tú mismo, de aficionados, de coleccionistas y de artistas. Todo idea asiática. Japón, China y Corea se llevan la palma en estos asuntos. Las fuentes no pillan precisamente cerca, así que aquí ando, pensando en cómo y de qué manera lanzarme a la life in plastic. It's fantastic!