Revista Viajes

Munich

Por Itwoman

Durante el pasado puente de mayo he hecho una de mis escapadas. Este vez ha sido a Múnich, tenía un motivo que era visitar a un familiar que está viviendo allí y en cuanto he encontrado un vuelo directo desde Jerez me he ido. Tengo que decir que el tema de los vuelos directos a Alemania en verano (desde la costa) facilita mucho las cosas. Ellos vienen a pasar unos días y vuelven achicharrados (en la cola del avión estuve a punto de ponerme a regalar gel de aloe vera a todos ellos) y nosotros tenemos la posibilidad de hacer una visita a familiares y amigos, que cada vez son más en este país.

Bueno, pues lo primero que quiero decir es que me ha encantado Múnich. ¡Qué ciudad más limpia y más alegre!. Mucha gente por la calle y una tranquilidad que hace tiempo que no veía en España. Había estado en Alemania en otras ocasiones y siempre me he llevado una buena impresión, pero es la primera vez que voy tras la crisis. Y se nota la diferencia, vaya si se nota.

La ciudad está muy bien conservada y es muy agradable pasear por sus calles. La zona de Marienplatz y el mercado de los alrededores es encantadora. Muy centroeuropea, por definirla estrictamente. Tengo que decir que creo que me he pateado todo el centro de la ciudad, han sido muchas caminatas y no he encontrado nada que no me guste. Me ha gustado mucho la arquitectura, los jardines, las terrazas, los bares típicos. Todo.

En cuanto a la tranquilidad: No podía dar crédito cuando he visto cientos de bicicletas en la calle, sin candado o con candado pero “al aire”. Increíble. Ha sido lo que más me sorprendido (bien es verdad que a mi me robaron la bici en  mi propia urbanización con seguridad privada y valoro mucho ésto).

Y en cuanto a la limpieza, que puedo decir. Ni una colilla en el suelo. Ni un papel. Las casas por muy antiguas que sean están bien pintadas. No se ve nada de basura y hay muchas papeleras. A mi me ha parecido que estaba en una película o que estaba soñando.

Me parece una ciudad perfecta para viajar con niños, por la tranquilidad y por la cantidad de parques infantiles que he visto. Incluso he visto bares para mamás, donde se sentaban con los cuquitos de los bebés a tomar algo con las amigas. Idílico.

Por otra parte, he disfrutado mucho de algo que ya he hablado antes y que sabéis que me gusta: la cerveza. Ha sido increíble. ¡Jarras de medio litro! y te las bebes como una caña y no te mareas. Ahora entiendo por qué los alemanes cuando vienen a España se toman una jarrita y se cogen los colocones que se cogen. Es que allí la cerveza no es como aquí. Y hay de todos los tipos. Ha sido un viaje más bien cervecero que otra cosa. He sido muy feliz.

Otra cosa que me ha sorprendido es que ha coincidido mi visita con la Feria de la Primavera (que es una mini Oktoberfest), yo creí que iba a ser gente bebiendo cerveza y ya está. Pero resulta que sales del metro y apareces en algo parecido a la feria de cualquier pueblo de Andalucía (a mi me recordó a la del Puerto de Santa María que es donde yo vivo). La calle del infierno, las casetas de tiros y de cazar patitos, las manzanas de caramelo, todo. Y luego dentro de las casetas el mismo ambiente alegre y festivo que en cualquier feria de aquí. Pero en vez de rebujito bebes cerveza (que sólo pueden ser jarras de litro). Una experiencia única y que me vuelve a demostrar que no hay nada nuevo bajo el sol. Que nadie inventa nada y nadie tiene la exclusividad de nada, y mucho menos de las ganas de ser feliz.

No voy a entrar en consideraciones ni críticas sobre por qué los jóvenes españoles tienen que ir a Alemania a buscarse la vida, porque si entro me amarga el buen rollo que me ha dejado el viaje. Pero lo que si he traido conmigo es la sensación de que a pesar de que tienen que irse fuera van a un sitio más cívico y con más oportunidades. Esto lo digo por si puedo ayudar a las madres que sufren porque su hijo se haya tenido que ir. Están bien, de verdad, lejos, pero bien. He estado con un grupo de españoles trabajando en Múnich y los he visto contentos a pesar de la distancia. Y tienen oportunidades de prosperar y conseguir sus metas. Aquí eso es imposible y va a tardar en volver a serlo.

Os recomiendo una visita a Múnich. Merece la pena. De verdad.

P.D.: Para terminar quiero decir que para mi lo mejor de la visita ha sido estar con Alberto y con Manuela. Han sido los anfitriones perfectos. Vengo feliz de vuelta porque los he visto a ellos muy felices. Ese tipo de felicidad que se contagia. Gracias. Lo que no saben es que les va a costar librarse de mi. Pienso volver.

image


Archivado en: Sitios para conocer Tagged: Alemania, cerveza, feria, munich
Munich
Munich
Munich

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Itwoman 416 veces
compartido
ver su perfil
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revista