La casa de Pedro Domingo Murillo se construyo hace 200 años, ha sido declarada Monumento Nacional y perteneció lógicamente, al protomartir Pedro Domingo Murillo, el héroe máximo de las luchas por la independencia de Bolivia iniciadas en 1809.
Se convirtió en museo hace 60 años, entre sus salas se encuentran: su habitación, la pinacoteca (con pinturas de la escuela potosina), un oratorio (con retablos coloniales), la sala de la conspiración ya que fue en esta casa donde se concibió la idea de independencia y se creo la junta tuitiva donde se expone una copia de la proclama (escrita en el artículo de la Plaza Murillo) y donde se puede apreciar la pintura original del “Cerco de La Paz” de Florentino Olivares. Abajo esta pintura comparada con una imagen satelital actual de google:
Lo que era el río Choqueyapu, son ahora las avenidas Montes y Mariscal Santa Cruz. ¿Por qué les enseño estos mapas? es para mostrar lo fácil que es distinguir entre la parte de la ciudad en la que vivían los españoles y la parte de terreno que destinaron para los indígenas. Ya que La ciudad de La Paz se fundó en un terreno no poblado, los españoles pudieron diseñar las calles, el largo de las manzanas, su dimensión, la distribución de las residencias entre ellos, etc. Se puede ver la Iglesia San Francisco, ubicada al otro lado del río, con los indígenas.
Sin embargo “el Cerco de la Paz” no se pintó para mostrar eso, sino para relatar los 109 días que los españoles estuvieron cercados por los indígenas, a la cabeza de Tupac Katari, que utilizó el cerro killi killi como su cuartel.
El museo esta ubicado en la calle Jaén N. 79 y esta abierto en los siguientes horarios:
martes a viernes: de 09:00 a 12:30 y de 15:00 a 19:00
sabados y domingos: de 10:00 a 13:00 y lunes cerrado.
El precio es de 3Bs los bolivianos, 4Bs (0,40€) los extranjeros y 1Bs estudiantes. El precio incluye la entrada al Museo de Metales Preciosos Precolombinos y Museo del Litoral Boliviano
Curiosidades:
La proclama de la junta tuitiva, que se cree que se redactó en la casona de Pedro Domingo Murillo, es muy motivante, optimista y muy emotiva. Sin embargo no se tiene un escrito original y nadie sabe cual de las varias versiones que existen, es la real. Yo por mi parte me siento triste e identificada con lo que expresa la proclama escrita en el libro de la Plaza Murillo y no se en qué cambiaría la historia si lo que decía, era algo distinto.
A cotinuación el vídeo del museo:
Localización
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