Museo del Oro, Bogotá

Cuando hablamos de turismo en Colombia los destinos más habituales suelen ser los que tienen playas caribeñas como Santa Marta, Cartagena o San Andres; aquellos que destacan por su gran belleza y naturaleza, como la zona del Eje Cafetero o la selvática Letizia, en pleno Amazonas; o Villa de Leyva, con su espectacular arquitectura colonial. Pero no podemos olvidarnos de la propia Bogota, que como capital del país concentra, entre otros muchos atractivos para el visitante, algunos de los mejores festivales y museos del país y de latinoamérica; uno de ellos, y quizá uno de los que nadie que viaje a Colombia puede perderse es el Museo del Oro.

Este peculiar museo cuenta con una colección única en su especie que hará poner en tela de juicio a quien la vea la leyenda de El Dorado cuando contemple las obras maestras que aquí se guardan y que provienen de todas las culturas precolombinas de la región. Una serie de pequeñas figuras de oro expuestas con un gusto magnífico reproducen la vida cotidiana de los orfebres prehispánicos que dieron forma a estas piezas; con esculturas en oro de pájaros, máscaras, ranas, insectos y también seres humanos.

Más de 34.000 piezas de oro y 25.000 objetos de cerámica, piedra, concha, hueso y textiles provenientes de culturas indígenas tales como los Calima, Muisca, Nariño, Quimbaya, Sinú, Tairona, etc. pueden encontrarse en este magnífico museo perteneciente al Banco de la República, que desde que abriera la exposición en 1959 al público en general se ha convertido en una de los más importantes de su tipo en el mundo, por no decir la que más.

El centro cuenta con cinco salas tematizadas: una centrada en la arqueología del metal prehispano, otra enfocada en las piezas de oro de la época y su contexto en la sociedad de entonces, una tercera sala dedicada a los simbolismos dentro de las diferentes culturas de entonces, una cuarta sala ideada para mostrar al visitante todos los rituales de ofrendas, y una última sala dedicada al observatorio, una sala interactiva pensada para defender el patrimonio histórico de Colombia y de las piezas que guarda el museo.

Hay algunas piezas de las que se custodian en el museo que probablemente os puedan sonar independientemente de que tengáis o no relación con el mundo indígena americano; son la Balsa Muisca y el Poporo Quimbaya.